Hace más de un siglo, tres hermanos fundaron La Corona, la empresa detrás de emblemáticos productos como Zote, Roma, Foca y más.
En medio del periodo postrevolucionario que vivía México, tres hermanos de Tepatitlán, Jalisco, se percataron de algo: había alta demanda de jabón y poca oferta. Fue así como en 1920 fundaron La Corona, una empresa que a más de 100 años sigue vigente y que ha dejado un sólido legado en la limpieza de los hogares mexicanos que incluye emblemáticos productos como Zote o Roma.
Esta empresa ha sabido sobrellevar el cambio, así como adaptarse a las transformaciones del entorno para poder seguir creciendo. Esta es la historia del negocio fundado por los tres hermanos González Padilla, quienes dejaron su ciudad natal para emprender ¡y vaya que triunfaron!
Los inicios de La Corona, los genios detrás del Jabón Zote
En 1920, los hermanos Esteban, Loreto y Daniel González Padilla dejaron su natal Tepatitlán, Jalisco, para llegar a la Ciudad de México. Ellos tenían muy claro su objetivo: instalar una fábrica de jabón para satisfacer la creciente demanda del mercado.
Con la mirada puesta en ello, los emprendedores llegaron a la capital del país y en la colonia Peralvillo encontraron las instalaciones de los “Baños Corona” que en aquel momento ya no daban servicio. Esa se convirtió en su primera fábrica, la cual conservó el nombre de “La Corona”, mismo que también utilizaron para registrar su primera marca de jabón.
La aceptación de los jabones fue tan positiva que comenzaron a crecer rápidamente, pero esto también hizo que sus instalaciones ya no fueran suficientes. Los hermanos buscaron una nueva sede, la cual encontraron en una colonia vecina, Maza, y que se convirtió en su nuevo centro de operaciones.
Expansión y modernización
La calidad y precio de sus productos los posicionó tan bien en el mercado que no hacían más que crecer. Esto no solo los obligó a seguir expandiéndose en términos de terreno, sino a modernizarse en cuanto a procesos, así, dejaron atrás las entregas en carretas para implementar el uso de vehículos motorizados.
Para seguir el ritmo a la creciente demanda, también tuvieron que dejar atrás algunos procesos manuales y recurrir a la semi-automatización. La compañía incluso desarrolló y patentó algunas de estas tecnologías para agilizar procesos.
Aunque el proyecto que emprendieron los tres hermanos fue un rotundo éxito, dos de ellos decidieron salir, dejando solo a Esteban a cargo. Él fue quien comenzó a expandir las líneas de negocio.
La Corona: Zote, Roma, Foca y más productos infaltables en los hogares de México
La Corona ya había conquistado a la sociedad mexicana con jabones de lavandería como Corona, Roma o Tepeyac; sin embargo, Estaban quería más. En 1954 se adentraron a la fabricación de detergentes, lo que fue otro gran triunfo que permitió, con el tiempo, ampliar su ya extenso catálogo para incluir marcas como Doña Blanca, Foca o Blanca Nieves.
Años más tarde, en 1970, pondrían a la venta uno de los productos de limpieza más conocidos de México: el jabón Zote. Precio, tamaño y calidad, influyeron en que se convirtiera en un éxito de ventas.
La visión de Esteban también permitió incursionar en otros negocios más allá de la limpieza pues en 1972 compraron a la empresa dueña de la marca de aceite comestible 1-2-3. Actualmente cuentan con diferentes líneas de producto que incluyen crema dental, lavatrastes, blanqueadores, suavizantes y más.
El legado que La Corona ha logrado construir gracias a productos como el jabón Zote, Roma, Foca y más, no solo ha impactado a México pues actualmente tienen presencia en más de 30 países como Estados Unidos, China, Canadá, Corea y más.
Un crecimiento sin publicidad
Desde sus inicios, la compañía apostó al segmento popular, aquel que no buscaba nombres o envolturas sino funcionalidad y precio. Y fueron precisamente su calidad y accesibilidad las que contribuyeron a su crecimiento.
A lo largo de los años, la compañía ha hecho poca o nula publicidad a todos sus productos, y han sido las recomendaciones boca a boca la que impulsan su fama. Si bien no hay comerciales, han basado su estrategia en sólidas relaciones con distribuidores y minoristas.
También han recurrido a exitosas alianzas como la recientemente lanzada con Juguetes Mi Alegría que no han hecho más que aportar a aumentar su reconocimiento entre los consumidores.
La Corona es uno de los más exitosos emprendimientos 100% mexicanos cuya historia de más de un siglo es una gran inspiración.