En mayo de 2021 se dio a conocer que el fundador de Amazon, Jeff Bezos, encargó un superyate de 500 millones de dólares a la empresa holandesa Oceanco. Al parecer la nueva adquisición del magnate ya está lista para ser entregada, pero hay un pequeño problema: tienen que desmontar un puente histórico para que pueda pasar.
La ciudad de Rotterdam desmantelará temporalmente el puente de Koningshaven, construido en 1927 y conocido localmente como ‘De Hef’. El ahora monumento nacional resultó severamente dañado durante el bombardeo a Rotterdam en la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces ha pasado por varias renovaciones, la más reciente en 2017.
El megayate de Jeff Bezos tiene una longitud estimada de 127 metros y, según Boat International, se convertirá en el velero más grande del mundo. Pero el verdadero problema son sus tres mástiles, ya que son demasiado altos para pasar por los 40 metros que deja libres la centenaria estructura. Ese espacio es suficiente para que otras embarcaciones crucen sin problema, pero no el descomunal yate de Bezos.
Por ello, Oceanco solicitó al Consejo Holandés del municipio de Róterdam que removieran el puente de forma provisional. Siendo el segundo hombre más rico del mundo, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, el también viajero espacial no tuvo problema con financiar las obras de desmantelamiento para recibir su nuevo juguete lo antes posible.
Como era de esperarse, la decisión ha despertado inconformidad entre los ciudadanos y la comunidad internacional. A pesar de que esto podría generar empleos potenciales, muchos no aprueban que se altere su patrimonio histórico por el capricho de un multimillonario.
“El empleo es importante, pero hay límites en lo que puedes hacer con nuestro patrimonio”, dijo Ton Wesselink, miembro de la Sociedad Histórica de Róterdam, al medio NL Times.
