Diversas organizaciones y activistas han denunciado que las tiendas OXXO representan una amenaza para la salud pública, generando preocupación entre los consumidores y autoridades.
OXXO, propiedad de FEMSA, es la cadena de tiendas de conveniencia más grande de América Latina, con más de 20,000 sucursales en varios países. Sin embargo, su expansión y modelo de negocio han atraído críticas debido a preocupaciones sobre la salud pública. Activistas han señalado que los productos de tiendas, especialmente alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, contribuyen a problemas de salud como la obesidad y la diabetes.
Este martes se presentó la investigación ‘Radiografía OXXO: Productos que enferman tu vida’ por la organización El Poder del Consumidor. Según dice el informe, dentro de la oferta de estas tiendas se registraron 611 productos procesados y ultraprocesados.
El organismo expone que la cadena de tiendas de conveniencia “se ha consolidado en México, logrando abrir una tienda cada 14 horas y proyectando establecer una sucursal a 8 minutos de sus potenciales consumidores, trayendo repercusiones en la salud de las personas al modificar el entorno alimentario”.
Las tiendas OXXO son conocidas por su amplia disponibilidad de productos poco saludables a precios accesibles, lo que las convierte en una opción atractiva para muchos consumidores, especialmente en áreas urbanas y rurales con acceso limitado a alimentos frescos y saludables. Además, se ha cuestionado la falta de opciones nutritivas y el marketing agresivo dirigido a jóvenes y niños.
El informe también refiere que en estas tiendas se ofertan todo tipo de bebidas alcohólicas, mayoritariamente cervezas, que representan el 53% de los productos, mientras que de los productos de tabaco, se registró un predominio de los cigarros en un 63 por ciento.
La reacción de la comunidad ha sido variada. Mientras algunos clientes valoran la conveniencia y los precios bajos de los productos en OXXO, otros expresan su preocupación por la salud pública y apoyan las demandas de los activistas para que la cadena mejore su oferta de productos y adopte prácticas comerciales más responsables.
Las denuncias contra OXXO reflejan un problema más amplio en la industria de alimentos y bebidas: la disponibilidad y promoción de productos no saludables. Este caso pone de relieve la necesidad de políticas públicas que regulen la venta y promoción de estos productos para proteger la salud de la población.
