



La belleza es un mercado muy rentable porque la gente busca verse y sentirse bien. Por eso no dudan en ir a gastar su dinero en un salón de belleza, pues una vez que salen de ahí, rebosan de alegría al ver su nuevo estilo, peinado o color de cabello.
Una sola clienta puede llegar a tu estética y en unas horas hacerse varios servicios: corte, luces, manicure y pedicura, y pagarte 2,000 pesos o más. Además, frecuentemente no se van sin comprar algún producto para el cabello, lo que se traduce en más ganancias.
Es muy importante hacer un buen trabajo y rápido. Aprovechar bien el tiempo para atender a más gente y ganar más. Bien decía Paul J. Meyer, uno de los autores más leídos en el campo del desarrollo personal y profesional, que la productividad no es un accidente. Siempre es el resultado de un compromiso con la excelencia, planificación inteligente y esfuerzo concentrado.
La industria de la belleza sigue creciendo en México. Si quieres abrir tu propio salón, aquí te contamos lo básico que debes tener en cuenta para empezar con el pie derecho.
Sea que empieces tú mismo o contrates a personal, lo primero es contar con un buen estilista. Para lograrlo, cursa o asegúrate de que haya cursado un programa completo y una especialidad. ¿Las opciones? Maquillaje, estilismo, peluquería, cosmetología y estética, colorista capilar, cultura de belleza o imagen personal. Todo a nivel profesional. Y puedes especializarte en maquillaje para novias, televisión, cine o teatro, fotografía y moda, efectos especiales o bodypaint. En peinado, cejas, pestañas postizas, uñas, etcétera.
Javier Romero, uno de los estilistas más famosos de México, comparte su receta de éxito en su cuenta de Instagram.
“Lo único que me queda claro que hago diferente a los demás es educarme, respetar mi profesión y pasármela muy bien. Creo en la ley del máximo esfuerzo y en que cuando encuentras lo que amas, solo requieres constancia”.
Si emprendes de forma independiente tú podrás tomar todas las decisiones. En cambio, si compras una franquicia tienes que hacer todo lo que diga el dueño de la franquicia. La gran ventaja es que no vas a empezar desde cero, reduces el riesgo y creces más rápido. De hecho, si compras una franquicia “llave en mano”, te entregan una sucursal equipada lista para operar.
Para una franquicia deberás invertir alrededor de 1 millón 250,000 pesos, lo que incluye equipamiento, aparatos, mobiliario, inventario para los primeros tres meses de operación, cuota de franquicia, remodelación, proyecto arquitectónico, branding, capacitación y apertura. Esto para un local de 70 m² ubicado en la Ciudad de México.
Los servicios tradicionales son corte, retoque de tinte, luces, peinados, maquillaje, manicure y pedicura, uñas postizas, depilación de ceja, extensiones; sin embargo, hoy lo que más pide la gente es la queratina, una proteína que fortalece el cabello, las uñas y la piel. El bótox ayuda a disminuir las arrugas y líneas de expresión en la frente, el entrecejo y los alrededores de los ojos.
El lash lifting es un tratamiento estético que alarga las pestañas al máximo. Además, están de moda las mechas shatush, para dar luz a la cara, y el balayage, una técnica para crear luces en el cabello.
También el lifting de pestañas con tinte y el microblading, una técnica de maquillaje permanente de cejas.
Escoger una buena ubicación es esencial. Elige una zona con alto flujo peatonal o vehicular, donde tu mercado meta (mujeres, jóvenes profesionales, etc.) esté presente. Además, considera que necesitas tramitar permisos como el aviso de funcionamiento ante la COFEPRIS, uso de suelo ante la alcaldía correspondiente, y la inscripción ante el SAT. También es recomendable registrarte como proveedor ante plataformas digitales de citas o marketplaces.
Un buen salón requiere productos profesionales de belleza que den resultados visibles. Trabaja con marcas confiables, pero también mantén un control estricto del inventario: shampoos, tintes, cremas, herramientas, desechables y productos de limpieza. Esto te permitirá evitar desperdicios y ahorrar costos.
Algunos distribuidores ofrecen paquetes mayoristas que incluyen capacitación o renta de equipo, lo que puede ayudarte en la etapa inicial.
Para saber más: ¿Por qué este rostro está en casi todos los salones de belleza?
Hoy no basta con tener un local bonito: necesitas estar presente en redes sociales como Instagram, TikTok y Facebook, donde los servicios estéticos tienen gran impacto visual. Publica el antes y después de tus clientes (con su permiso), muestra tu experiencia y responde rápido los mensajes. También considera crear promociones por temporada o paquetes para eventos como bodas o graduaciones. Google Maps y WhatsApp Business también pueden ser herramientas clave.
Montar un salón de belleza requiere mucho más que tener gusto por la estética: implica planificación, capacitación constante, inversión en herramientas, permisos legales y una estrategia de marketing bien definida. Sin embargo, con los elementos adecuados, puede convertirse en un negocio muy rentable y gratificante. Recuerda: la clave está en ofrecer una experiencia de calidad que haga que tus clientes regresen una y otra vez.