



¿Bomberos y policías voladores? ¿Transportes submarinos impulsados por ballenas? ¿Aviones individuales para uso diario? Estas y más fueron algunas de las descabelladas predicciones que un grupo de artistas franceses hizo en 1900 para visualizar cómo sería en año 2000.
Algunas muy cercanas a la realidad, otras meras utopías, pero el mundo sigue transformándose a pasos agigantados gracias a los avances tecnológicos y propios de la evolución humana.
En 1899 y 1900, a un grupo de artistas franceses les fue asignada una misión: crear predicciones sobre los avances científicos que habría para el año 2000. Así, el conjunto de ilustradores liderado por Jean-Marc Côté comenzó a trabajar en una serie de dibujos sobre todos esos desarrollos tecnológicos que transformarían la vida del siglo XXI.
Pese a que los artistas echaron a volar su imaginación y en el concepto se acercaron bastante a muchas de las realidades actuales, en la ejecución quedaron evidenciadas las limitaciones tecnológicas de la época. Otras más de sus predicciones aún parecen simples utopías o disparatadas ideas que se quedarán en eso.
El transporte, la comunicación, el aprendizaje y hasta hacer el quehacer; estos fueron solo algunos de los apartados que consideraron los artistas franceses para mostrar cómo evolucionaría la vida en los siguientes 100 años.
Los franceses tenían muy clara una cosa: el futuro sería aéreo. Por ello, entre sus predicciones para el siglo XXI incluyeron muchos desarrollos científicos que permitirían hacer diversas tareas en el aire.
Las personas tendrían vehículos que no circularían por la tierra sino por los aires. Estos serían utilizados tanto para cuestiones personales como para, por ejemplo, entregar la correspondencia. Los bomberos también contarían con dispositivos para elevarse y así brindar ayuda en lugares elevados y de difícil acceso sin necesidad de una escalera.
Debido a que ya habría un mayor tráfico aéreo, sería necesario controlarlo. Así, los artistas consideraron esenciales a los “policías voladores”, mismos que se encargarían de regular la actividad y el cumplimiento de las normas de tránsito.
La manera de comunicarse también tendría importantes avances, algunos de ellos muy parecidos a lo que vemos en la actualidad, al menos en concepto.
Una de las que más ha llamado la atención son las hoy tan comunes videollamadas, aunque en aquella época se pensaban con un proyector conectado a un teléfono. En nuestros días solo basta un dispositivo inteligente e Internet para lograrlo.
Para los artistas franceses, los robots se encargarían de hacer muchas de las tareas cotidianas de las personas. Maquillarse, cortarse el cabello, confeccionar ropa o el aseo del hogar serían realizados por dispositivos automatizados. Esto no está tan alejado de nuestra realidad pues ya hay aspiradoras inteligentes que se programan y pueden mantener el piso limpio.
En la música también dominaría ese componente tecnológico pues las orquestas solo tendrían un director mientras los instrumentos se tocarían “solos”. La agricultura de igual forma se beneficiaría de la automatización pues a distancia se podrían controlar la maquinaria necesaria para trabajar el campo.
De las más descabelladas predicciones de estos artistas franceses de 1900 para el año 2000 son las marinas. Estas teorías se ven muy lejanas a cumplirse tanto por lo que implica la ejecución como por la propia tecnología que ha avanzado hacia otro camino, uno más evolucionado y moderno.
Entre sus propuestas se encontraban el traslado submarino con caballos de mar como medio de transporte o una especie de camión de pasajeros impulsado por una ballena. Aunque hay empresas como OceanGate que llevaban a las personas a las profundidades del mar, no hay intención alguna de “conquistar” el mar y sus especies con fines de transporte.
Estas son solo algunas de las diferentes predicciones que se hicieron en 1900 en Francia con respecto al año 2000. Unas descabelladas otras muy cercanas a la realidad, ¿qué nos deparará el año 2100?