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¿Cuáles son las sociedades mercantiles?

Sociedad por Acciones Simplificada, Sociedad de Responsabilidad Limitada y Sociedad Anónima son las opciones que tienes para tu startup.

¿Sabes cuáles son las sociedades mercantiles que puedes elegir?

Como startup podrás inferir que existen nociones legales básicas para iniciar tu negocio. Por eso dedicaremos esta nota a analizar una incógnita común para los emprendedores que tienen la intención de iniciar su negocio y que desconocen cómo hacerlo en virtud de los múltiples tecnicismos que encuentran al momento de constituir su empresa. Este artículo está dirigido a aquellos emprendedores que no tienen más que una idea en su mente y que desean iniciar el viaje para materializarla.

Debemos de entender que la constitución de la empresa y, concretamente, el régimen corporativo seleccionado por el emprendedor no debe ser tomado a la ligera. De ello dependen aspectos como la posibilidad de establecer derechos mínimos tanto para el emprendedor como para los inversionistas (derechos corporativos económicos y políticos). ¿La razón? Limita o amplia los derechos para ajustarlos a las necesidades de la compañía, sus inversionistas y empleados, de ser el caso.

¿Cuáles Sociedades Mercantiles debo elegir?

Es importante señalar que la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM) es el instrumento legal que funciona como marco general para la creación de los tipos habituales de compañías previstas en el ordenamiento jurídico vigente.

Esta norma regula siete regímenes corporativos distintos. No obstante, aunque no son los únicos que existen en el ordenamiento jurídico mexicano, vamos a referirnos de manera general a la Sociedad por Acciones Simplificada, a la Sociedad de Responsabilidad Limitada y a la Sociedad Anónima.

Sociedad por Acciones Simplificada

Fue creada precisamente para que emprender fuera posible pues la creación y el manejo de esta clase de compañías es sencillo, automatizado y muy económico. Constituir una Sociedad por Acciones Simplificada puede hacerse a través de internet y sin la necesidad de incurrir en gastos. Es el único régimen que permite crear una persona moral con sólo un accionista lo que puede facilitar el inicio de las operaciones del emprendedor. Este tipo de compañías tienen personalidad jurídica propia, lo que significa que la compañía puede adquirir derechos y obligaciones. Por otra parte, puede tener un patrimonio propio, separado del patrimonio de sus accionistas, motivo por el cual la responsabilidad de unos y otros es separada.

Sociedad de Responsabilidad Limitada

La tratamos sólo porque es habitual que los emprendedores se acerquen por la característica de su nombre: la “limitación de la responsabilidad”. Sin embargo, es necesario indicar que tal “limitación de responsabilidad” es un elemento que comparten también los otros regímenes corporativos analizados en este artículo. En ese sentido, creemos que este régimen corporativo no ofrece ulteriores beneficios a los emprendedores pues, por el contrario, prevé una estructura rígida y limitada.

Sociedad Anónima

Es un régimen corporativo flexible que permite al emprendedor la ejecución de sus actividades a través de una estructura que impulsa el crecimiento acelerado de la startup. Ahora bien, la Ley del Mercado de Valores introdujo a la Sociedad Anónima Promotora de Inversión como una especie de aquel género, ampliando la flexibilidad que la estructura original otorgaba al emprendedor, convirtiéndola así en el régimen corporativo más empleado por las startups mexicanas.

La flexibilidad a la que hacemos referencia permite ajustar el régimen corporativo de la startup a los estándares del Venture Capital pues se prioriza la voluntad de las partes. Esto hace posible celebrar acuerdos para regular situaciones que no podían ser reguladas en otros regímenes corporativos.

Conclusión

Hemos observado que el régimen corporativo de las Sociedades Anónimas Promotoras de Inversión ofrece garantías suficientes al emprendedor en la operación del negocio. También ofrece suficientes garantías a los inversionistas para la protección de sus inversiones, otorgándoles derechos minoritarios.

Sin embargo, la constitución de una Sociedad Anónima Promotora de Inversión puede conllevar al gasto de una cantidad de dinero que quizás no esté disponible para el emprendedor. En este último escenario, consideramos que el emprendedor puede valerse de los beneficios de una Sociedad por Acciones Simplificada para iniciar formalmente su negocio. Esto porque otorga cierto grado de certeza a los primeros inversionistas del proyecto. Luego, conforme con el crecimiento del negocio, transformarse en una Sociedad Anónima Promotora de Inversión y así gozar de las bondades que este régimen ofrece.

Pero, si el gasto de constitución de una Sociedad Anónima Promotora de Inversión no es un problema, te recomendamos que sea ese el régimen que adoptes. Como emprendedor, te hará la vida más sencilla.

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autor G2 Consultores busca apoyar a los emprendedores a maximizar el potencial de sus startups/ scaleups, para llevarlas al siguiente nivel.