Cuando hablamos de creatividad en las empresas es común asociarla a los departamentos de diseño y marketing. Casi de forma automática llega a nosotros una imagen de un ‘genio creativo’, con camisa a cuadros y lentes de pasta, sentado frente a su Mac, mientras le llueven ideas a la cabeza como por arte de magia. Nada más lejos de la realidad.
La creatividad no se trata sólo de dibujar bien, de crear diseños asombrosos o de llenar de color todo a nuestro alrededor. La creatividad, sobre todo al interior de las empresas, es algo más complejo. Para entender el rol que juega, primero hay que definir qué es la creatividad.
Para mí es muy interesante retomar la perspectiva de Norberto Chaves, uno de los principales exponentes de teoría del diseño y comunicación, pues él ve la creatividad desde diferentes aspectos, no sólo como una cosa de dioses que crean maravillas nunca antes vistas, sino como la capacidad de desarrollar soluciones que responden a las limitaciones o condiciones de determinado problema.
En ese sentido, partimos de que la creatividad es parte de un proceso para encontrar soluciones para una problemática con ciertas características y, mientras más rápido se identifiquen, mejor será nuestro entendimiento de la situación y con base en ello podremos responder de una forma creativa.
Dicho así, la creatividad no necesariamente es encontrar un camino novedoso o hacer algo que nadie había hecho antes: es una forma asertiva de comprender a profundidad un desafío y desarrollar una o varias soluciones acorde a las dimensiones del problema y a los recursos con los que se cuentan.
En lo referente a las empresas, la creatividad no es exclusiva de las grandes corporaciones; todos los negocios pueden desarrollar soluciones creativas si se lo proponen. Estas ideas no llegan como una epifanía, tampoco surgen sólo en determinadas áreas o de un grupo de ‘iluminados’. Pueden surgir desde cualquier lugar y pueden venir de cualquier miembro del equipo. ¡Mantén los ojos abiertos!
La clave está en aproximarnos a los problemas, clasificarlos, entender cuál es su origen y limitantes, observarlos casi desde un punto de vista antropológico o científico y evaluar todas las alternativas.
Otro de los aspectos fundamentales de la generación de soluciones es la escucha activa: estar en constante comunicación con los diferentes actores, ya sea el equipo de trabajo, proveedores, clientes o directivos. Es importante observar cómo reaccionan a las soluciones que nosotros ofrecemos y estar abiertos a la retroalimentación.
Los problemas a los que se enfrentan las pequeñas empresas son titánicos, sobre todo en el contexto en el que estamos actualmente. Ninguna organización puede subestimar una problemática, por pequeña que parezca, porque podría poner en riesgo el negocio. Sin embargo, cuando se trata de creatividad, las pequeñas empresas tienen un punto a su favor, dado que sus alcances y recursos suelen ser limitados. Esto no quiere decir que los pequeños negocios sean más creativos que los grandes, pero sí tienen ante ellos la posibilidad de desarrollar una capacidad de respuesta más ingeniosa.
Por ejemplo, el diseñador Gerard Unger decía que mientras más limitaciones tenía, más creativo era, porque así se veía obligado a trabajar con el poco material a su alcance y a buscar una forma de optimizarlo.Así se convertía en una especie de Houdini, porque buscaba la forma de escapar de estas limitaciones sin violentarlas, romperlas o generar una mezcla distinta.
Creo que esta es una de las ventajas de las pequeñas empresas, porque pueden explorar diferentes formas de ejecutar nuevas recetas con los mismos ingredientes, lo que amplía sus posibilidades de éxito.
Es casi imposible englobar todos los problemas de las pequeñas empresas porque cada una es un mundo en sí misma, incluso en entornos como la Ciudad de México las condiciones de las empresas del norte, sur, oriente y poniente de la ciudad son totalmente diferentes.
Algo cierto es que los temas financieros, sobre todo para las organizaciones con poco años en el mercado, son todo un reto y requieren de buena parte de su atención y recursos. Ya no para crecer, a veces hasta para sobrevivir. De ahí la importancia de generar soluciones creativas que le den a la empresa claridad y rumbo para llevar el negocio al siguiente nivel.
La creatividad surge en cualquier lugar y puede aplicarse a cualquier problemática; no obstante, no siempre será la primera idea ni la más obvia la mejor. Puede ir evolucionando y mejorando conforme se va aplicando.
Las pequeñas empresas deben ser muy receptivas para desarrollar su capacidad creativa, sin agobiarse si es que ésta no brota a chorros o no resuelve todos sus problemas al primer intento.
La creatividad se construye con base en la observación, la persistencia y la iteración. Las soluciones creativas no sólo son aquellas que cambian al mundo, son las que surgen de la adversidad y levantan empresas.
