La inflación puede tener un impacto significativo en diferentes rubros de una Pyme, uno de los cuales esta en su flujo de caja y gastos operativos.
Uno de los efectos de la inflación es el aumento general de precios, situación que afecta al público consumidor y también a las pequeñas y medianas empresas. Dado que las Pymes suelen padecer una constante falta de liquidez, es importante conocer el impacto inflacionario en su flujo de caja.
La inflación puede tener un impacto significativo en diferentes rubros de una Pyme, uno de los cuales es el incremento de sus costos operativos. Esto sucede porque la inflación provoca que suban los precios de las materias primas, los salarios y los gastos generales. Cuando los costos aumentan más rápido que los ingresos se genera presión sobre el flujo de caja, ya que la empresa necesita destinar más recursos a la cobertura de esos costos para mantener su operación.
La inflación y el desequilibrio de flujo de caja
En un entorno inflacionario, las empresas pueden verse en la necesidad de aumentar los precios de sus productos o servicios para así mantener sus márgenes de utilidad. Sin embargo, como en una reacción en cadena, esto puede reducir la demanda de los clientes y, como consecuencia, las ventas caen. Si los precios de venta no se ajustan a la inflación de manera adecuada, se genera un desequilibrio en el flujo de caja y la rentabilidad de la compañía mostrará una tendencia descendente.
Otro rubro afectado por la inflación en la salud financiera de las empresas es el nivel de endeudamiento. Si una empresa tiene préstamos con tasas de interés fijas, la inflación puede disminuir el valor real de los pagos de intereses a lo largo del tiempo, lo que puede aliviar la presión sobre el flujo de caja. No obstante, si la empresa tiene deudas con tasas de interés variables, los costos financieros aumentarán con las tasas de interés vinculadas a la inflación.
El papel de los activos
Los activos son una porción importante del valor de una empresa y, aunque pareciera extraño, la inflación también los afecta. En un escenario de alza inflacionaria, los activos ganan valor, pero la liquidez resulta perjudicada si la empresa necesita adquirir o reemplazar activos, pues requerirá más capital para ello. Incluso si la compañía vende algunos activos, los ingresos de esa venta pueden no ser suficientes para cubrir los costos de la nueva adquisición o del remplazo.
En cuanto a las obligaciones fiscales, la empresa puede enfrentar un aumento en su carga tributaria a medida que los ingresos nominales aumentan debido a la inflación y esto también reduce el flujo de caja disponible.
¿Se estabiliza el aumento de precios?
La inflación afecta a las empresas de muy diversas formas; por tanto, los empresarios deben prepararse para sus efectos a corto, mediano y largo plazo. Desde hace unos días se ha observado una tendencia hacia la estabilización de este índice, lo cual no significa que los costos dejarán de aumentar. Ahora que existe un control relativo sobre la inflación, es momento de que los líderes de las empresas monitoreen con atención estos efectos y consideren la implementación de estrategias tales como el ajuste de precios, la gestión estricta de costos y la diversificación de activos para mitigar los impactos negativos de la inflación en el flujo de caja.