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06-01-2022, 2:01:40 PM

6 pasos para probarte qué tan lejos puedes llegar si sales de tu zona de confort

Adiós, zona de confort. No eres tú, soy yo.

© Depositphotos.com

Hace veinte o treinta o cuarenta años, cuando eras un niño o un adolescente, alguien te preguntó ¿qué quieres ser de grande? Y contestaste: astronauta, futbolista o actor de cine.

El tiempo pasó y la vida sucedió. Fuiste tomando elecciones que te permitían cierta estabilidad. Finalmente, te convertiste en lo que eres hoy. Pero tu niño interior sigue soñando y gritando: quiere salir, explorar y alcanzar todas las cimas del mundo. Ese niño… también tiene miedo.

Estamos en un momento difícil. De eso no hay duda. Y los tiempos que vienen, no sabemos qué es lo que traen. Es un mal momento para tomar decisiones, ¿cierto?

Falso.

Este momento es el mejor momento para tomar una decisión que tiene el potencial de cambiar tu vida. ¿Acaso no hay algo más en la vida? ¿No hay algo que quieras lograr, algo con lo que has soñado, algo que no te deja dormir? ¿Vas a sentarte simplemente a esperar lo que venga, o vas a atacar las metas que tienes para ti?

Puede ser una empresa, un negocio, escribir un libro, hacer un viaje o desarrollar una nueva habilidad ¡Nada es peor que llegar a la muerte sin haberlo, por lo menos, intentado! Respira hondo, que vamos a atravesar un bosque espeso. Después de ese bosque: el lugar en donde quieres estar. ¿Listo?

1. Zona de confort – Ilusión de seguridad

Empecemos donde estés hoy. En tu lugar, tu trabajo, tu entorno actual. No fue fácil llegar allí, pero allí estás. Y en medio de una crisis global, prefieres aferrarte a lo que conoces, a lo que sabes, a lo seguro. Has apagado el botón de “soñar”. Pero es hora de encenderlo de nuevo.

Los seres humanos somos organismos vivos y, como todos, si no estamos creciendo estamos muriendo. ¡Crece! Empieza por mandar a volar las voces que te dicen “tú no sabes, tú no puedes, no eres bueno, ni lo intentes, has llegado tan lejos como te es posible”. Esas voces las has arrastrado por décadas, quizás desde tu infancia. Es hora de les digas adiós y empieces a caminar.

Pero ¿hacia dónde? No te pido que abandones tu trabajo, tu negocio o el país. Te pido que pongas un pie en el bosque de lo desconocido. Bienvenido a la zona de aprendizaje.

2. Zona de aprendizaje – Exploración de bajo riesgo

No es momento (aún) de lanzarse sin paracaídas o intentar locuras. Es momento de salir de tu guarida , de las cosas que conoces y dominas.

Explora tus talentos, tus pasiones y tus debilidades. ¡Toma ese curso, inscríbete a ese seminario, lee un libro distinto, aprende un nuevo hobby! Conocerás nuevas personas, te enfrentarás a nuevas ideas, descubrirás nuevos talentos y las neuronas en tu cabeza comenzarán a encontrar luces donde antes solo había sombras .

Ahora una nueva idea se empieza a formar en tu corazón: un sueño, un proyecto, un negocio o una montaña que escalar. Sabes que lo quieres, sabes que puedes hacerlo…, pero el miedo vuelve a aparecer. Este es el momento de la verdad.

Quieres dar el paso, pero algo te detiene.

3. Zona de pánico – Duda, autoestima y control

El legendario piloto de F1 Ayrton Senna dijo alguna vez: “si sientes que tienes perfecto control de tu auto, es que vas demasiado lento”. En palabras de Will Smith, “Todo lo que quieres está del otro lado del miedo”.

No tememos a los monstruos o al dolor; no tememos a la pobreza o al error: en realidad tememos a lo desconocido. Pero cuando damos el paso y empezamos a adentrarnos en el bosque, podemos ver sus dificultades y sus oportunidades con mayor claridad. Es terrible, quizás, pero ya no es lo desconocido.

El miedo es tan largo… o tan breve, como tú lo permitas. Puedes pasar doscientas noches sin dormir y sin comer dudando si es hora de saltar. Son doscientas noches perdidas. Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerla pronto. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Tanto si lo logras como si fallas, habrás crecido y aprendido.

4. Zona de desarrollo – Construyendo algo nuevo

No estoy abogando por la imprudencia o la temeridad. Te lo repito: no quemes tus naves ante cualquier idea u ocurrencia. Simplemente: toma los pasos adecuados para hacer que las cosas sucedan. Esto se llama “proactividad” y es la diferencia entre dejar que las cosas te pasen o pasarle tú a las cosas.

Esto lleva tiempo y es un proceso de aprendizaje y crecimiento. Una montaña no se escala en un paso; pero sin el primer paso, nunca escalaremos la montaña. Crece, camina, escucha, adáptate, quema tus pestañas estudiando, diseñando y probando nuevas ideas que te acerquen a donde quieres estar.

El mundo no se vuelve más pequeño: tú te vuelves más grande. Desarrollas músculos mentales y herramientas; es decir: creas experiencia. Ya no eres la persona que eras antes. Solo por esto, el viaje ha valido la pena.

A veces no logras lo que querías. Levántate pronto: esto se llama “resiliencia” y es la diferencia entre los que intentan y los que logran. Nadie aprendió a andar sin caerse y realmente los fallos son parte del proceso. Así es: fallar es bueno. Hazlo mucho, hazlo rápido. Y sigue creciendo: aprende y evoluciona. Y vuelve a intentar.

5. Zona de los sueños cumplidos – Lo lograste. Creciste. Mejoraste.

Bienvenido al otro lado del bosque. Eres más fuerte de lo que creías y ahora tienes mejores armas. Este pequeño momento se llama: Felicidad. Ahora sabes que eres capaz de tomar tus sueños y tus metas y convertirlos en realidad. Nunca nada volverá a ser igual.

Disfruta el momento: te lo has ganado. Descansa si lo necesitas. Reordena tu cabeza, tus emociones y tu jerarquía de valores. No dejes que se te suba a la cabeza: cuida de los tuyos y ayuda a los demás. Eleva a otros antes de dar el siguiente paso.

Toma esta plataforma que has creado y comienza a pensar en lo que sigue: en tu propósito y en las cosas que hacen que el mundo valga la pena.
Estas victorias, sin embargo, no son la meta final: son parte del camino. Y si no te mueves pronto, se convertirán en nuevas zonas de confort de las que tendrás que escapar. Así que mantente joven y no dejes nunca de crecer.

6. Y de vuelta a empezar

Empecemos donde estés hoy. En tu lugar, tu trabajo, tu entorno actual. No fue fácil llegar allí, pero allí estás. Y en medio de una crisis global, prefieres aferrarte a lo que conoces, a lo que sabes, a lo seguro. Has apagado el botón de “soñar”. Pero es hora de encenderlo de nuevo…

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autor Dircom en Universidad Panamericana Aguascalientes. Oratoria, comunicación estratégica, storytelling. Creador de @Dibujomentarios. Socio en DiezLetras Comunicación. Autor de la saga de El Delegado Francés y algunos otros títulos, como Todos Hablan, Pocos Conectan y Como Pez en el Agua. Abogado y Doctorando en Comunicación. Sigue su podcast "Todos Hablan, Pocos Conectan" en Spotify y consigue sus libros en Amazon.