



¿Conoces el arte de liderar en la crisis? Se trata de saber cómo transformar los desafíos en oportunidades. A veces las cosas se ponen difíciles y el negocio va mal. La gestión del cambio en momentos negativos es un reto que pone a prueba tanto a los líderes como a los equipos, pero reta especialmente a las cabezas de la organización. Desde recortes de personal hasta perspectivas económicas adversas, enfrentar estos escenarios puede ser más sencillo con algunas ideas claras, comunicación efectiva y un enfoque centrado en las personas. Vamos a revisar algunas herramientas prácticas para liderar en tiempos de adversidad y convertir los retos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Movimiento es vida y la inmovilidad es señal de muerte, por eso es natural que en las empresas la única constante es el cambio, sin embargo, éste no siempre viene acompañado de buenas noticias. Malos resultados económicos, recortes de personal, pérdida de clientes clave o incluso cambios en el mercado que afectan la viabilidad del negocio son desafíos que toda empresa enfrenta en algún momento.
Estas condiciones generan incertidumbre y miedo entre los colaboradores, lo que puede provocar pérdida de talento, impactará negativamente en la moral, disminuirá la productividad y, en última instancia, pone en peligro la capacidad de la organización para salir adelante. Sin embargo, la forma en que las personas pueden liderar estas crisis es clave para determinar si la empresa se hunde en la adversidad o emerge más fuerte y resiliente.
Cuando las noticias son malas, la tentación de evitar o minimizar la situación puede ser grande. Recuerda que tu equipo de trabajo está conformado por personas adultas, que ordinariamente enfrentan muchos más retos de los que tú te enteras.
Con esto en mente, la transparencia es esencial para construir confianza y evitar rumores que pueden agravar la percepción del problema.
Tanto Forbes como HBR confirman que aquellas las empresas que fomentan una comunicación abierta y transparente, siempre y cuando se proteja la privacidad de las personas, experimentan mayores niveles de compromiso y confianza por parte de sus empleados, incluso en situaciones difíciles.
Esto lo confirmó Airbnb en 2020, cuando enfrentó una de las mayores crisis de su historia debido a la pandemia de COVID-19, lo que llevó a la empresa a realizar recortes significativos. En lugar de ocultar la magnitud del problema, el CEO, Brian Chesky, envió una carta detallada a sus empleados explicando las razones detrás de las decisiones, cómo se estaban priorizando los valores de la empresa y qué apoyo recibirían los afectados. Este enfoque de transparencia y empatía fue ampliamente reconocido como un ejemplo de cómo liderar en tiempos de crisis.
El liderazgo en tiempos de cambio no solo trata de decisiones estratégicas, sino también de mantener la calma y guiar al equipo con seguridad y empatía.
Una estrategia de cambio exitosa no puede ignorar a las personas afectadas. Según el Informe de Riesgos Globales 2023 del Foro Económico Mundial, las organizaciones que enfocan sus esfuerzos en mejorar la salud y el bienestar de sus empleados fortalecen su resiliencia ante crisis actuales y futuras.
Empresas como Google, Microsoft y LinkedIn han sido ejemplares en el modo en que el cuidado de su fuerza laboral los proteje ante los riesgos y las dificultades del mercado. Échale un vistazo a esta nota, donde una empresa que desarrolla y vende software para la gestión de personas explica cómo lo hacen.
En momentos difíciles, la moral del equipo puede disminuir rápidamente, lo que afecta la productividad y la cohesión. Sin embargo, mostrar una actitud responsable y positiva ayuda a mantener el compromiso y la energía del equipo.
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En este sentido las lecciones del COVID-19 siguen siendo muy valiosas para las empresas, pues además de mostrar la importancia la adaptabilidad y la capacidad de reacción, quienes superaron más exitosamente las diversas crisis de ese momento tienen en común excelentes prácticas de gestión y liderazgo de sus recursos humanos. Incluso en medio de la mayor incertidumbre y enfrentando las difícils consecuencias de ese momento, las lecciones son claras en cuanto a la importancia de transmitir una visión positiva y optimista para el futuro cercano.
Los momentos de crisis son, a menudo, el catalizador para la innovación y el cambio positivo. Al adoptar una mentalidad de crecimiento, los líderes pueden transformar las dificultades en aprendizajes y oportunidades.
Como afirma Carol Dweck, fomentar una mentalidad de crecimiento, a diferencia de aceptar una visión derrotista o cerrada, es un paso indispensable y primordial para conservar las posibilidades de éxito frente a un entorno incierto.
Proyectos piloto, dinámicas de cocreación o sesiones de design thinking pueden fomentar esta mentalidad de manera tangible.
Liderar en tiempos de crisis no es fácil, pero es en estos momentos cuando el verdadero liderazgo brilla. Al abordar los problemas con transparencia, priorizar a las personas, mantener la moral alta y buscar oportunidades en los desafíos, los momentos difíciles pueden convertirse en oportunidades y plataformas para el crecimiento y la resiliencia organizacional.
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El liderazgo en tiempos difíciles no es una opción, es una necesidad. La pregunta clave es: ¿qué pasos estás tomando hoy para liderar con intención en medio de la adversidad?