En los últimos años, el ecommerce ha experimentado un crecimiento explosivo, y con ello el riesgo asociado a la ciberseguridad en los negocios digitales se ha vuelto más apremiante que nunca. La encuesta Digital Trust Insights 2023 México revela que nueve de cada 10 de las empresas mexicanas se sienten preparadas para enfrentar estos riesgos en sus cadenas de abastecimiento.
Esto es un dato alentador sobre la conciencia creciente en no perder de vista la ciberseguridad de nuestros negocios, sin embargo, desde 2021 México ha sido el país en América Latina con el mayor número de ciberataques, solo detrás de Brasil.
La sofisticación de los ciberdelincuentes puede ser asombrosa, ya que utilizan tácticas cada vez más avanzadas que van desde el uso de malwares y ransomwares o hasta técnicas de ingeniería social que pueden resultar en el robo de datos bancarios y la clonación de sitios web.
La mala noticia es que no solo se limitan al mundo digital; los ciberdelincuentes también han aprovechado en procesos físicos, como el embalaje de productos o el uso de phishing, para vulnerar al personal menos capacitado en la cadena de suministro.
Una de las principales preocupaciones en el ecommerce es la filtración de datos, lo que incluye la pérdida de información sensible de los clientes, como números de tarjetas de crédito o números de seguridad social. Estas filtraciones afectan al 1% de los usuarios de ecommerce en todo el mundo; y para evitarlo, las empresas deben implementar protocolos de seguridad robustos y monitorear constantemente en busca de señales de accesos no autorizados.
Por otro lado, los ataques de phishing son una amenaza común en México, incidentes que se han multiplicado hasta 10 veces desde el inicio de la pandemia. Los ataques suelen disfrazarse como correos o mensajes legítimos de bancos o tiendas en línea y persuaden a los destinatarios a hacer clic en enlaces maliciosos que los llevan a sitios web falsos, donde se les insta a ingresar información personal. Los usuarios deben estar especialmente alerta ante estas tácticas.
Es crucial prestar atención a la seguridad en la cadena de suministro; los procesos de embalaje de productos para su envío son eslabones clave en la cadena y también son vulnerables. Es en este punto que los proveedores deben tener cuidado para no perjudicar elementos que puedan contener información sensible.
La interconexión digital utilizada para gestionar inventarios puede convertirse en un punto de entrada para la ciberdelincuencia, por lo tanto, el personal de logística debe mantener sus equipos actualizados y estar al tanto de los riesgos.
El comercio electrónico es una parte fundamental de la economía actual, pero su éxito y su seguridad dependen en última instancia de la capacidad de las empresas y sus socios logísticos para proteger la ciberseguridad en todas las etapas de la cadena de suministro.
Si bien es alentador ver que la mayoría de las empresas mexicanas se sienten preparadas para enfrentar estos desafíos, no debemos subestimar los riesgos. La ciberseguridad es una prioridad importante para proteger a las empresas y a los consumidores de los peligros que atentan del carrito de compras online a su embalaje.
En resumen, las empresas deben mantenerse alerta y estar preparadas para enfrentar ciberataques que son cada vez más elaborados. La ciberseguridad no solo se trata de proteger la información en línea, sino también de garantizar la seguridad en los procesos físicos, como el embalaje de productos, empaquetado o sellado.
La protección de la cadena de suministro es fundamental para mantener la integridad y la confianza en las compras en línea.
