
Jeff Bezos advirtió este viernes durante la Semana Tecnológica Italiana en Turín que el actual auge de la inteligencia artificial podría estar envuelto en una “burbuja” semejante al boom de Internet de inicios de los 2000. Aunque alertó sobre excesos especulativos en inversiones, sostuvo que la IA tiene cimientos reales y podría dejar beneficios inesperados una vez que el entusiasmo se enfríe.
En su intervención en la Italian Tech Week 2025, Bezos señaló paralelismos entre el albor tecnológico que precedió al estallido de la burbuja puntocom y el frenesí actual por la inteligencia artificial.
En aquella era (mediados de los años 90 hasta 2000), muchas empresas emergentes —sin ingresos ni modelo probado— recibieron montos exagerados de capital de riesgo. Cuando colapsaron, quedaron lecciones sobre la importancia de fundamentos sólidos. Bezos recordó que Amazon, aunque su cotización cayó por meses, mantuvo crecimiento en clientes y operaciones —lo que le permitió sobrevivir.
Para Bezos, la diferencia principal entre una burbuja financiera clásica y una “industrial” (o tecnológica) es que la segunda puede, tras el ajuste, dejar infraestructura, conocimiento e innovación útiles.
“Cuando el polvo se asiente y veas quiénes son los ganadores, la sociedad se beneficia de esos inventos”, comentó.
El término utilizado por Bezos busca enfatizar que, aunque hay elementos de especulación, lo que subyace no es vacío: la IA tiene componentes tangibles como hardware, centros de datos, redes de comunicaciones y algoritmos aplicados. En su visión, esa dualidad —entre lo real y lo especulativo— es lo que caracteriza el momento: “cada experimento o idea recibe financiación… las buenas y las malas ideas”, dijo.
Bezos también advirtió que en el clima de entusiasmo los inversionistas tienden a perder objetividad. Las valoraciones de muchas empresas pueden distanciarse de sus fundamentos operativos (ingresos, mercado real, viabilidad técnica). En ese sentido, el riesgo de pérdidas es alto si algunas apuestas no prosperan.
Aunque su advertencia suena severa, Bezos subrayó que no ve este periodo como mera fantasía: “esto es real”, enfatizó. En su visión, la tecnología de IA tiene la capacidad de transformar múltiples sectores (salud, manufactura, servicios, transporte).
En su ponencia, Bezos ofreció un historial de ejemplos: muchas compañías biotecnológicas que surgieron en burbujas de los años 90 resultaron en descubrimientos farmacéuticos valiosos; muchas empresas puntocom quebraron, pero la fibra óptica y la infraestructura digital perduraron.
De manera similar, considera que los excesos actuales pueden generar un “exceso creativo” del cual emergerán innovaciones relevantes.
Bezos no explicó exactamente cuándo podría ocurrir una caída de mercado o una corrección severa, pero sus palabras coinciden con las de otros líderes del sector. David Solomon, CEO de Goldman Sachs, presente también en Turín, advirtió que podrían verse “drawdowns” en los mercados de acciones si muchas inversiones no entregan resultados.
El riesgo de liquidez, excesiva competencia entre startups, inflación de expectativas y la incapacidad de muchas compañías para generar ingresos a mediano plazo son factores que podrían detonar el ajuste.
Bezos implicó que muchas empresas actuales tienen valoraciones basadas más en visión teórica que en tracción real.
