



¿Se puede tener una personalidad introvertida y extrovertida al mismo tiempo? Según las investigaciones, sí, y se le denomina “ambivertida”.
Siempre se han ensalzado los beneficios de ser extrovertidos, con grandes habilidades comunicativas sociales y la posibilidad de interactuar en todo tipo de ambientes. Sin embargo, muchas personas son introvertidas, que no es lo mismo que timidez.
Los ambivertidos están en la zona del medio, y tienen las características de los otros dos polos. “Son individuos fascinantes, porque pueden ser excelentes conversando y escuchando al mismo tiempo”, explica la autora de La vida secreta de los introvertidos, Jennifer Granneman.
Para poder comprender mejor el concepto de “ambivert” (como se llama en inglés), es importante distinguir algunos rasgos que comúnmente suelen confundirse:
El psicólogo estadounidense Edmund Conklin usó el término “ambivertido” en un estudio de 1923, describiendo a las personas que se ubican entre la introversión y la extroversión. En aquella época no se le dio demasiada importancia, hasta que no hace tantos años se apreció mejor su distinción.
Esta dualidad de incorporar lo mejor de los dos mundos permite fluir tranquilamente entre un polo y otro, con adaptabilidad, flexibilidad y efectividad.
Por ejemplo, se le llama ambivertida a una persona cuya habilidad de escuchar, reflexionar, y a la vez, conectarse y socializar, está equilibrada.
Según Harvard Business Review, es una característica interesante en el liderazgo, ya que saben conectar, escuchar asertivamente y, a la vez, procesar por dentro, con mayor alcance por esta visión multidimensional de sus relaciones.
Estos 9 puntos que propone el doctor Dr. Travis Bradberry, co-autor del best-seller Inteligencia Emocional 2.0, entre otras obras, te ayudarán a identificar su estás dentro del grupo de la ambiversión:
1. Te sientes confortable trabajando en soledad o en grupo. No tienes preferencia entre ambas posibilidades.
2. Los entornos sociales no te generan incomodidad, aunque te cansas a menudo de estar demasiado cerca de la gente.
3. Ser el centro de atención no es un inconveniente para ti, aunque no te gusta que sea siempre así o por mucho tiempo.
4. Cuando recibes feedback de otras personas, algunas dicen que te observan como alguien callado y con mucho mundo interior, mientras que otras piensan que eres muy sociable.
5. No necesitas estar permanentemente en movimiento, aunque la inactividad prolongada te sume en el aburrimiento.
6. Para ti resulta sencillo perderte en tus propios pensamientos como engancharte en una conversación por horas.
7. Mantener conversaciones pasatistas o triviales no es algo que te incomoda, aunque se te vuelven aburridas.
8. En términos de confiar en otras personas, a veces actúas con escepticismo y otras te sumerges sin dudar.
9. En ocasiones, si estás demasiado tiempo en soledad llegas a aburrirte; aunque pasar mucho tiempo con otras personas te produce cierto agotamiento.
Ahora ya lo sabes: puedes tener características combinadas entre introversión y extroversión; no es infrecuente, ya que se estima que unos dos tercios de la población mundial poseen este tipo de habilidad social.