
¿Te has sentido frustrado o cansado como líder? Ser emprendedor es una experiencia sumamente gratificante que te hace sacar lo mejor de tu desempeño y, por supuesto, de tu liderazgo. Pero hay otra parte que nadie te dice y es que ser emprendedor también puede ser agotador, abrumante y solitario.
Escalar una empresa es complejo (sobre todo si careces de las herramientas necesarias), de acuerdo con información del INEGI el promedio de vida de las empresas en el país es de 7 años, donde sólo una de cada 9 logra mantener un nivel mínimo de crecimiento en su rentabilidad en un periodo de tiempo de 10 años.
Yo he estado ahí, hace 15 años cuando dirigía mi segunda compañía con cerca de 120 empleados, el estrés, agotamiento y drama se volvieron inevitables; lo que terminé por trasladar a mi vida personal. Trabajaba entre 15 a 18 horas diarias, no salía de la oficina, mi salud comenzó a declinar y se generó tensión con mi familia. Comencé a sentir resentimiento hacia mi empresa, me sentía sometido a sus necesidades, me preguntaba a diario si valía la pena lo que hacía y este desánimo repercutió en mi liderazgo y en mi equipo.
Quiero que evites que esto te pase a ti porque muchas veces nos enfocamos tanto en tener una estrategia diferenciadora, una ejecución impecable, un equipo alineado, generar oportunidades comerciales pero pocas veces nos detenemos a pensar y dejamos de pensar o considerar si disfrutamos del rol como líderes.
Uno de los elementos más importantes con los que debe contar todo emprendedor para dirigir y escalar su empresa es un plan estratégico, esto es la hoja de ruta en donde podrá indicar todo lo que quiere lograr, cuál es su gran meta (BHAG), qué objetivos y resultados deben establecerse.
Así como la empresa necesita un plan de crecimiento, los líderes también deben diseñar su plan personal de crecimiento. Si algo he aprendido como líder es que el crecimiento de las empresas sólo es posible con el crecimiento de sus líderes, por lo que debes tener un plan personal que te ayude a tener claridad en lo que quieres lograr en tu vida; así podrás utilizar tu empresa como una vía a tu éxito y no volverte esclavo de ella.
Jack Daly, asesor de negocios experto en ventas creó el término “vida por diseño y no por defecto” (life by design not by default), es decir, en lugar de dejarnos llevar por lo que suceda en nuestro entorno, nosotros debemos ser agentes de cambio y acción que determine el rumbo de nuestras vidas.
Es por eso que al igual que con el plan estratégico, te recomiendo diseñar un plan personal de tu vida con la herramienta “Plan Personal en Una Página” (OPPP) creado por el emprendedor y autor de negocios Verne Harnish. Puedes utilizar esta herramienta sencilla –o cualquier otra– pero lo importante es que contemples estos 4 elementos en tu plan personal:
Describe y enumera el grupo clave de personas con quienes quieres tener una relación duradera (de 10 a 25 años), ya sea tu familia, amigos, socios, clientes. Elige algunas relaciones clave en las que enfocarte durante los próximos 12 meses y los próximos 90 días.
Esto te ayudará a definir quiénes son las personas más importantes para ti y cuánto tiempo idealmente debes destinar a estar con ellos. No significa que no puedas pasar tiempo con personas que no están en esta lista, solo te da una idea de dónde invertir tu limitado tiempo libre. Por ejemplo, puedes decidir si quieres concentrarte los próximos 12 meses en pasar más tiempo con tu hijo pero este trimestre con tu hermano recién casado.
Una vez que definas a las personas más importantes y el tiempo que comenzarás a destinar con ellos, también es importante que destines un espacio para las personas en tu vida que son destructivas, te absorben energía y te distraen de tus objetivos y cómo es que terminarás o te alejarás de esas relaciones.
Te comparto algunas preguntas clave que te ayudarán a determinar tus “relaciones”:
Esta sección es crucial pues hay muchos emprendedores que han realizado grandes logros en sus empresas –como llegar al millón en ventas o servir a un mercado internacional– pero aún se sienten insatisfechos pues tienen otro objetivo o no han contribuido a su comunidad o al mundo.
Así que piensa sobre las formas en que te gustaría impactar a través de tu trabajo –cosas que están más allá de los objetivos monetarios. Estoy hablando de cosas como ser mentor de otros, establecer una organización sin fines de lucro, ayudar a una comunidad local, en fin, cosas que te hacen sentir bien pues como afirma Verne Harnish: “no importa cuánta riqueza acumules, al final siempre se reducirá a la profundidad de tus relaciones con amigos y familiares, y al gran número de personas que has ayudado en el camino”.
Enfócate en los logros a corto, mediano y largo plazo que son relevantes para las personas enumeradas en tu columna anterior. ¿Puedes ver cómo se une esto para construir relaciones más fuertes y saludables? Y, tal como lo hicimos en la sección de “Relaciones”, también puedes dejar de perseguir ciertos logros que te alejan de las relaciones que más importan o te consumen tiempo, energía y dinero.
Preguntas clave:
¿Qué sería un emprendedor sin rutinas de éxito? He tenido la oportunidad de entrevistar, asesorar y conversar con cientos de líderes de negocios y todos concordamos en la importancia de tener una rutina que nos ayude a alcanzar nuestras más grandes metas.
Puede establecer rutinas con personas cuya presencia en tu vida respalden tus objetivos más grandes, ya sean metas personales y/o metas de relación. Y, al igual que en las secciones anteriores, describe aquellas rutinas que quieres dejar de hacer, esas que son destructivas y que te drenan o alejan de tus objetivos de vida.
Preguntas clave:
Aquí es donde todo coincide, pues la riqueza es el recurso que te ayudará a lograr el resto de tu plan de liderazgo. Enfócate en cómo fluirá tu riqueza a través de ti al servicio de los demás, en lugar de acaparar esa riqueza.
Calcula cuánto dinero necesitarás para respaldar las actividades que has planificado con familia y amigos durante los próximos 12 meses. Y ten en cuenta, en los próximos meses, los activos que producen riqueza y los pasivos donde el efectivo se va por el drenaje.
Preguntas clave:
Si te has sentido abrumado y absorbido por las necesidades de tu empresa, te recomiendo ampliamente que te tomes un tiempo en desarrollar esta herramienta que fortalecerá tu liderazgo. No trates de definir todo en un sólo momento, así como en un Plan Estratégico, este plan es un trabajo en progreso que irás puliendo y al que volverás para recordar que tu empresa está hecha para ayudarte a lograr tu proyecto de vida, y no a la inversa.


