Para el presidente ejecutivo de Telefónica México , Francisco Gil Díaz, no hay mejor momento para arriesgarse que el presente. “En México, es momento de emprender”, afirma al hablar sobre la estabilidad económica del país.
Desde su oficina en el piso 19 del edificio de Telefónica, el doctor en Economía por la Universidad de Chicago y ex secretario de Hacienda y Crédito Público asegura que l a economía está blindada . “Los indicadores económicos señalan que el país es capaz de enfrentar cualquier restricción del crédito internacional. Existe libertad de movimiento del tipo de cambio y nuestra deuda pública y privada es razonable”, dice.
Frente a este panorama, Telefónica lanzó este año Wayra , una iniciativa internacional para impulsar a emprendedores en Tecnologías de Información (TI) en América Latina y España, que incluyó a México. “Más que dar dinero, proporcionamos una asesoría integral a quien ya tiene un concepto desarrollado y el potencial de crear una empresa”, explica Gil Díaz.
En la primera edición de Wayra en el país se recibieron 380 proyectos. Se eligieron a 30 finalistas, de los cuales, 10 se hicieron acreedores a un monto de inversión de entre US$30,000 y US$70,000, mentoría multidisciplinaria y oficinas a su disposición durante un año.
Hay mucho ánimo, potencial y conocimiento. Sin embargo también existen barreras que se convierten en problemas serios para que las nuevas empresas puedan fructificar y crecer. Por ejemplo, se ha avanzado mucho en simplificación de trámites, pero aún hay obstáculos en materia de impuestos. También existe una gran complejidad en el manejo de las nóminas y las obligaciones sociales, que representan costos laborales más elevados para los negocios a medida que van creciendo.
Emprender en este sector es relativamente fácil, ya que no hay necesidad de comprar herramientas y hacer grandes inversiones. Además México es de los países con una las producciones más grandes de ingenieros del mundo. Una organización como la nuestra, de 280,000 empleados a nivel mundial, necesita a estos jóvenes que nos aporten ideas y tecnología.
Las compañías grandes carecen de esta flexibilidad, libertad y creatividad para desarrollarlas. La realidad es que todas las novedades en tecnología han salido de empresas pequeñas. Hay que impulsar a estos emprendedores porque son chicos con un potencial fenomenal y que muchas veces se iban al no encontrar ningún tipo de apoyo. Y es que muchos tienen recursos de imaginación, no financieros, ni administrativos y por eso sus proyectos se quedan en el aire.
En el desarrollo de software. Si encontrara a alguien que está trabajando en un desarrollo interesante y prometedor, ahí pondría mi inversión.
