La semana pasada tuve la oportunidad de ver de nuevo una de mis películas favoritas: La Momia (The Mummy, 1999). Este filme protagonizado por Brendan Fraser es definitivamente uno de los que más recuerdo con cariño de mi adolescencia.
El filme narra la historia de un grupo de exploradores comandados por el aventurero Rick O’Conell que sin querer despiertan a una momia y deben detenerla antes de que destruya el mundo. Es una película de acción, horror y drama corriente que es absolutamente maravillosa.
Me puse a verla por fines nostálgicos ya que recuerdo que mi papá, que en paz descanse, ahorró por varias semanas para poder llevar a la familia al estreno (el dinero no sobraba en casa). Evidentemente, no soy parcial a La Momia, pero 22 años después encontré que la película es un poco más compleja de lo que recordaba.
Sin lugar a dudas este filme tiene un lugar en el corazón de muchos (basta ver el renacimiento de la carrera de Fraser) porque tiene lecciones “inmortales” que todos deberíamos aplicar en nuestro día a día.
Me atrevo a compartir las que yo encontré y que sí he aplicado en mi vida (spoilers para una película que salió en 1999).
Evelyn, la heroína, no era una exploradora, aventurera, cazadora de tesoros o pistolera, pero sí una magnífica bibliotecaria. De hecho, es gracias a su conocimiento y habilidades que los héroes logran detener a la momia.
Lección “inmortal”: Siéntete orgulloso de quién eres, de dónde vienes y lo que has logrado. Tal vez tu camino no ha sido como el de otros, pero eso no quiere decir que sea menos valioso.
El protagonista de la película, Rick O’Connell, intenta salvar a su amigo Beni Gabor cuando Hamunaptra comienza a colapsar. Esto es destacado porque el mismo Beni lo ha traicionado varias veces y hasta ayudó a la Momia antagonista. Sin embargo, cuando es evidente que ya no puede hacer nada por excompañero, O’Connell se retira para salvarse.
Lección “inmortal”: No tiene nada de malo tratar de ayudar a los demás, pero también es fundamental saber cuándo detenerse. Muchas veces damos todo lo que tenemos hasta quedarnos vacíos. Hay que ser como Rick: ayudar cuando nos sea posible, pero nunca permitir que eso nos cueste la vida (o la cartera, la salud mental).
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Evy y Rick, la pareja de protagonistas, no se agradaban cuando se conocieron y unieron fuerzas para buscar la Ciudad de los Muertos. Sin embargo, luego de aprender las cualidades del otro y salvarse mutuamente, terminan enamorándose profundamente de quienes son en esencia.
Lección “inmortal”: Nunca sabes qué puede resultar de una mala situación. Tal vez una lección que aprender, una habilidad que perfeccionar, incluso encontrar un compañero de vida. No quiere decir que siempre debes estar feliz cuando las cosas se complican, pero sí que es bueno tener una mente abierta para encontrar oportunidades que antes no viste.
Una de mis escenas favoritas de la película es cuando después de ser atacados en el barco, Beni se burla de Rick diciéndole que su equipo se quedó con todos los caballos, armas e instrumentos arqueológicos. O’Connell le responde simplemente que pese a su fortuna no se ha dado cuenta de que su escuadrón desembarcó en el lado incorrecto del río.
Lección “inmortal”: Todos tenemos alguna ventaja, aunque no sean las mismas. Ciertamente el equipo de héroes perdió sus materiales en el ataque, pero la pericia de Rick lo llevó al lado correcto en el que tenía que estar. Tal vez no hayas tenido los mismos privilegios o experiencias que otras personas, pero piensa: ¿Qué sí tuviste y qué puedes usar hoy?
Mi personaje favorito de La Momia (The Mummy, 1999) es Jonathan, el hermano “bueno para nada” de Evy. Tiene una actitud irrespetuosa hacia la vida y usa el humor para lidiar con los problemas. Considerando que la película se sitúa a finales de los años 20 del siglo pasado y la edad de Jonathan, es muy posible que sea veterano de la Primera Guerra Mundial y tenga estrés postraumático (incluso en un momento dice que se quiere unir a los muertos). Sin embargo, no duda ni un momento en proteger a su hermana, aunque eso signifique dominar sus emociones más ambiciosas.
Lección “inmortal”: Jonathan es casi tan ambicioso como Beni, sin embargo, es capaz de dominar (con mucho esfuerzo, cierto) sus impulsos cuando hay algo más importante en peligro. Los héroes perfectos solo existen en Marvel. Para ser un buen líder no tienes que dejar de ser un humano. Solo debes aprender de tus errores.
Rick ya sabía que algo iba a salir mal porque en el pasado había estado con su legión en Hamunaptra. Su experiencia e instinto le hizo ser más cuidadoso y aunque no pudo evitar el despertar de la Momia, su entrenamiento y conocimiento de la Ciudad de los Muertos le permiten sobrevivir y salvar a otros.
Lección “inmortal”: Si tu experiencia te dice algo, confía tanto como sea posible. En este mundo de Big Data a veces las cifras señalan un camino, pero detrás de todos esa información hay seres humanos. Entrena tu instinto tanto como puedas para complementarlo con los datos duros.
Si bien Evy y Rick no se agradaban demasiado cuando se conocen, las circunstancias pronto les demuestran que el otro es un experto en su campo. No solo eso, ninguno de los dos pretende superar al otro en algo que no conoce y se tienen un respeto mutuo genuino.
Lección “inmortal”: Cuando emprendes un negocio es fundamental tener un socio que complemente las habilidades que no tienes, pero que sea capaz de reconocer dónde puede fallar. Lo más importante es aplicar “zapatero a tus zapatos” y creer y crecer las habilidades de tu compañero.
El clan de Ardeth Bay tenía la misión milenaria de evitar que la Momia despertara, pero fracasaron. El guerrero medjay debe unirse a los héroes para detenerla, aunque eso signifique dejar su entrenamiento de guerrero tradicional y volar en el ala de un avión.
Este guerrero, que está basado en una unidad élite que sí existió en el mundo real, fue preparado toda su vida para derrotar a la Momia. Sin embargo, cuando los métodos tradicionales de combate fallan, no duda en modificar su estrategia, unirse a los héroes y hasta disfrutar de la aventura.
Lección “inmortal”: Las metas que te impongas de manera personal o profesional pueden ser inmutables, pero es indispensable que seas capaz de pivotar tu estrategia si es necesario. En un entorno volátil en el que vivimos un emprendedor no puede ser rígido y debe aprender a moverse con los cambios.
Beni y Rick son personajes espejo. Ambos fueron parte de la legión que exploró primero la Ciudad de los Muertos, pero uno es una rata codiciosa y el otro un héroe. Al final de la película, Beni pudo escapar con bolsas llenas de tesoros, pero su ambición le hace volver por más. Su deseo de riqueza es tan grande que trata de escapar de un derrumbe cargando kilos de oro, lo que retrasa su andar. Por no saber cuándo detenerse, Beni termina atrapado en las ruinas en completa oscuridad… aunque no por mucho tiempo.
Lección “inmortal”: Nunca permitas que el dinero te ciegue a lo verdaderamente importante. Por supuesto, debes tener en la mira las finanzas de tu negocio y siempre cuidar tu estado de cuenta personal para saber tomar decisiones. Pero la opción de ganar dinero nunca debe ser más importante que tu salud física o mental, pasar tiempo de calidad con tu familia o tus valores personales.
Evy sin querer despierta a la momia Imhotep cuando lee el Libro de los Muertos. Por su curiosidad e imprudencia libera a un ser inmortal capaz de destruir al mundo que lo maldijo.
La protagonista pudo haber tomado la actitud de Rick (la más coherente al momento) y tratar de escapar cuando llegan las consecuencias de sus actos. Pero Evy dice que como ella fue quien despertó a la Momia, ella será quien la derrote. Y lo hace.
Lección “inmortal”: En el mundo actual es muy común no tomar la responsabilidad de nuestros actos. Muchas veces solo vemos una respuesta porque la cultura de la cancelación ejerce presión sobre alguien. La verdadera medida de la valentía de una persona está en cuánto es capaz no solo de aceptar sus errores, sino enmendarlos sin necesidad de que alguien lo presione.
Esto ya nos adelanta un poco en la saga de películas, pero Imhotep nos da un aprendizaje muy importante: fíjate por quién haces sacrificios. Él era el sumo sacerdote de su reino, tenía poder y respeto, pero se condenó a una tortura eterna por una mujer que al final no lo amó de la misma manera.
Lección “inmortal”: Esta enseñanza no solo aplica en las relaciones amorosas, también en las amistades y hasta en los socios de negocio. Nunca hay que confiar ciegamente al punto de la estupidez, porque nunca se sabe cuáles son las verdaderas intenciones de las personas.
Incluso sin que exista un deseo de hacer el mal, la otra persona puede equivocarse y no estar preparado puede costarte muy caro.
Como puedes ver, de verdad amo esta historia. Lamentablemente ya no hacen tantas películas como esta, llenas de emociones humanas y lecciones de vida que pasan la prueba del tiempo.
¿Encuentras otras lecciones de La Momia (1999)?
