Buscador
FRANQUICIAS IDEAS DE NEGOCIO GUÍA DEL EMPRENDEDOR
Ver revista digital

‘Vulcanizadora’, ‘mercería’ o ‘tlapalería’: El origen de los nombres de algunos negocios populares en México

Estos son los orígenes de los nombres de algunos negocios que se ven y abren todo el tiempo por diversos lugares de México y en los que quizá estés pensando emprender. Así sabrás más sobre su origen y, ¿por qué no?, inspirarte para innovar en ellos.

Estos son los orígenes de los nombres de algunos negocios mexicanos.
Estos son los orígenes de los nombres de algunos negocios mexicanos. © Vulcanizadora Arian vía Facebook (https://www.facebook.com/vulcarian/)

En el mundo existen negocios populares que resisten el paso del tiempo, adaptándose a los nuevos tiempos, pero conservando su nombre original.

En el caso de México, muchos negocios tradicionales tienen nombres provenientes de las lenguas prehispánicas y hasta del latín, detalles que muchos han olvidado con el tiempo.

Estos son los orígenes de los nombres de algunos negocios que se ven y abren todo el tiempo por diversos lugares de México y en los que quizá estés pensando emprender. Así sabrás más sobre su origen y, ¿por qué no?, inspirarte para innovar en ellos.

Origen de los nombres de algunos negocios populares

Miscelánea

Nadie le dice “miscelánea” a las tienditas, pero siempre se anuncian como tales en los letreros de la entrada.

Esta palabra viene del latín “miscere”, que significa “mezcla”, por lo que suele usarse para definir una mezcla de algo, como en la “miscelánea fiscal”, que es un conjunto de reglas fiscales.

Es por eso que desde el siglo XIX, a las tiendas en donde se vendía todo tipo de productos, es decir, que no eran especializadas en algo, se les llamaba “misceláneas”.

De esa forma, hoy en todo el país hay personas que van a la miscelánea a comprar pan de caja, cervezas, comida para su mascota, una escoba, jitomates, veladoras, encendedores, focos…

Abarrotes

Otro lugar en donde se compra casi (sí, casi) lo mismo es en las “tienditas de la esquina” en cuyo nombre llevan la palabra “abarrotes”.

Este término se emplea en negocios medianos, por lo que suele pensarse que una “tienda de abarrotes” es más grande que una “miscelánea”, además de que está más especializada en alimentos.

Esta palabra empezó a emplearse en México en la época de la Colonia, cuando los víveres llegaban a América provenientes de Europa en grandes barcos de mercancías.

Esos barcos, para aprovechar el viaje que duraba varios días por la enorme distancia que debían recorrer, viajaban al tope de su capacidad, es decir, estaban “abarrotados” de productos de diferentes tipos, como comida o ropa.

En términos marítimos, “abarrotar” es cuando a un barco se le colocaba una serie de barrotes y andamios para acomodar mejor los productos que transportaba y así aprovechar todo el espacio disponible.

A los productos que se transportaban en esos barcos y bajo esas características, se les empezó a conocer como “abarrotes”, palabra que hoy también se usa para definir a productos como alimentos o de uso diario.

Tlapalería

Es muy común encontrar este tipo de negocios, especialmente en la Ciudad de México, al que se acude para comprar pinturas, artículos eléctricos o cualquier otra cosa que sirva para alguna reparación en el hogar.

Su nombre viene de la palabra náhuatl “tlapalli” que significa “colores”, por aquello de la venta de pinturas, que era la principal actividad a la que se dedicaban estos negocios en su origen.

Ferretería

En algunos lugares fuera de la Ciudad de México, a las tlapalerías se les suele conocer como “ferreterías”, aunque en la capital suele pensarse que una ferretería está algo más surtida y hasta de pueden encontrar productos como taladros o palas (que lo cierto es que también se pueden adquirir en algunas tlapalerías).

De hecho, en la CDMX hay negocios que se ostentan como “Ferretería y Tlapalería” con el fin de informar que tienen un surtido extenso. Así, en la tlapalería se puede comprar yeso o tornillos a granel, mientras que en la ferretería también hay, pero suelen estar empacados o con una variedad más grande.

La palabra ferretería hace referencia a una “tienda de fierros”, por lo que suelen llamarse así a los negocios que venden productos metálicos, como tornillos, clavos o herramienta.

También hay algunas versiones que la relacionan con la palabra “ferrete”, que es el instrumento de hierro con el que se marca a algunos animales de ganado (como las vacas), y la ferretería era el lugar en donde se fabricaban y vendían.

Mercería

Aquellas tiendas en las que se venden botones, listones, cierres y algunos accesorios más que sirven para confeccionar ropa o elaborar productos de decoración son conocidas en muchos lugares de México como “mercerías”. De hecho, en algunos sitios todavía se les conoce como “sederías”, refiriéndose a que ahí se venden sedas u otras telas.

El nombre de “mercería” se hizo popular a mediados del siglo pasado en la Ciudad de México cuando empezaron a surgir diversos negocios abiertos por los inmigrantes españoles que llegaba al país.

Merciarus” es la palabra en latín que significa “comerciante” y de la que derivan otras definiciones, como “mercado”; los catalanes suelen llamar “mercer a los pequeños comerciantes.

Pero en México, las mercerías se dedicaban al giro comercial que conocemos hasta la actualidad.

Tintorería

En alguna época, la ropa solía durar más de lo que dura ahora, por lo que eran comunes los negocios para hacerle diferentes arreglos, como pintarla.

Así surgieron negocios en los que se pintaba la ropa para que luciera como nueva, los cuales fueron conocidos como “tintorerías”, debido al tinte que se le aplicaba ahí a las telas.

Los tintoreros eran las personas que se dedicaban a pintar las telas, y el origen de esa palabra es el latín “tingere”, que hace referencia a sumir algo en un líquido, como pintura.

Con el tiempo ya no fue necesario hacer grandes reparaciones a la ropa, mucho menos pintarla, por lo que el giro que prevaleció fue el de limpiar las prendas y que hoy es muy común a pesar de que la tecnología doméstica ha desarrollado dispositivos para lavar y planchar en casa.

Vulcanizadora

En algunas partes de México la palabra “vulcanizadora” no dice mucho, pero ese es el nombre con el que se conoce, especialmente en el centro del país, a las “desponchadoras”.

Estos negocios en los que se reparan neumáticos surgieron en México a inicios del siglo 20, cuando el automóvil y las carreteras empezaron a hacerse populares a lo largo del país.

Pero la palabra “vulcanizadora” viene de un proceso desarrollado a finales del siglo 19 por Charles Goodyear, quien descubrió que se podían fabricar neumáticos aplicando caucho a altas temperaturas, por lo que a ese sistema se le conocía con el nombre de “vulcanización”, en honor a Vulcano, el dios romano del fuego.

Rótulos

Todavía en varias ciudades de la República existen algunos negocios llamados “rótulos”, refiriéndose a las locales a los que se acude para pintar letreros.

Hasta finales del siglo XX, en la ciudad de México era común ver las cortinas y paredes exteriores de negocios como tiendas o tortillerías decoradas con pinturas, las cuales inclusive podían ser acordes a una fecha o festividad. En la Ciudad de México algunas panaderías siguen decorando sus ventanales con este tipo de arte.

La palabra “rótulo” viene del latín “rotulus”, que era un pergamino que existía en la antigüedad para dejar registro de algunas actividades, pero hoy se refiere a esos letreros o decoraciones que se exhiben a la puerta de un negocio.

Es así que palabras que usamos todos los días pueden tener un origen curioso y que, quizá, podría servir como una nueva idea de negocio, porque siempre es bueno voltear a ver a los orígenes para tener ideas innovadoras.

Marca nombrar a un negocio Pymes