



El 28 de enero de 2025, el Vaticano publicó el documento “Antiqua et nova”, en el cual se abordan las implicaciones éticas y antropológicas de la inteligencia artificial (IA). Aunque se reconocen los beneficios potenciales de la IA, el texto advierte sobre “la sombra del mal” que puede proyectar si no se gestiona adecuadamente.
El documento destaca riesgos como la difusión de desinformación a través de deepfakes, la manipulación de la opinión pública y la posible desestabilización social. Además, se alerta sobre el uso de armas autónomas y la delegación de decisiones críticas a máquinas, lo que podría deshumanizar aspectos esenciales de la vida.
“Antiqua et nova” señala que la IA podría exacerbar desigualdades laborales, reemplazando empleos y afectando negativamente el desarrollo infantil si se utiliza sin supervisión en la educación.
Se enfatiza la necesidad de marcos regulatorios que aseguren una distribución equitativa de los beneficios tecnológicos.
El Vaticano insta a gobiernos y organizaciones a implementar una supervisión estricta de la IA, asegurando que su desarrollo y aplicación respeten la dignidad humana y promuevan el bien común. Se subraya la importancia de una evaluación moral continua de estas tecnologías.
El Papa Francisco ha expresado en diversas ocasiones su preocupación por el uso irresponsable de la IA. En el Foro Económico Mundial de Davos, advirtió sobre la “crisis de la verdad” que podría intensificarse con la proliferación de contenidos generados por IA, instando a una reflexión ética profunda.
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El documento enfatiza que, aunque la IA puede imitar procesos humanos, solo los seres humanos poseen responsabilidad moral.
Se destaca la necesidad de que las decisiones críticas permanezcan bajo control humano, evitando una dependencia excesiva de las máquinas.
“Antiqua et nova” es un llamado a la reflexión sobre el papel de la IA en la sociedad actual. El Vaticano aboga por un desarrollo tecnológico que, sin dejar de innovar, mantenga siempre en el centro la dignidad humana y el bien común.