



La valuación de intangibles es un proceso que muchos dueños de negocios y empresas pasan por alto, ya que no es un requisito obligatorio, sino una herramienta estratégica. Sin embargo, desconocer su importancia puede significar perder oportunidades de financiamiento e inversión, afectando en gran parte el valor de una compañía.
Los activos intangibles incluyen marcas, patentes, bases de datos, software, reputación corporativa, relaciones con clientes y know-how.
Un ejemplo claro es Kavak, la startup mexicana que alcanzó una valuación superior a los 8,700 millones de dólares. Aunque su negocio principal es la compra y venta de autos usados, su verdadero valor no radica en los vehículos, sino en su algoritmo de pricing, la base de datos de clientes y la confianza generada en el sector.
Para determinar cuánto vale un activo intangible, existen tres enfoques principales, cada uno con distintos métodos de valuación aplicables según el caso:
Calcula cuánto costó desarrollar el activo o cuánto costaría reemplazarlo. Se utiliza para valuaciones de software, bases de datos y tecnologías internas.
Ejemplo: Una empresa de desarrollo de software que ha invertido 2 millones de pesos en la creación de un sistema ERP. Su valuación bajo este enfoque se basaría en los costos de desarrollo, aunque no refleja su potencial de ingresos.
Mide el valor del activo según los ingresos futuros que generará. Es el método más común en la valuación de marcas y patentes.
Ejemplo: Coca-Cola utiliza el método Relief from Royalty para valuar su marca, calculando cuánto pagaría una empresa en regalías si no poseyera la marca y tuviera que licenciarla.
Compara el activo con transacciones similares en la industria. Se usa en la valuación de licencias, nombres comerciales y bases de datos.
Ejemplo: En la industria farmacéutica, la compra de patentes suele seguir este enfoque. En 2022, Pfizer adquirió Biohaven Pharmaceuticals por 11,600 millones de dólares, con la valuación basada en la demanda del mercado de su patente estrella para migrañas.
Tener una valuación financiera bien estructurada, que incluya los activos intangibles, puede ser la clave para lograr una negociación exitosa. Muchas empresas desconocen el valor real de sus intangibles y, al momento de vender o buscar inversión, aceptan montos muy por debajo de su valor en el mercado.
Existen situaciones recurrentes que pueden afectar negativamente la valuación de los activos intangibles:
Los activos intangibles pueden ser el diferenciador clave en el crecimiento o venta de una empresa. Ignorar su valor es un error que ninguna Pyme debería cometer. Empresas que logran identificar, gestionar y valuar correctamente estos activos no solo incrementan su valor en el mercado, sino que también fortalecen su capacidad de atraer inversionistas y socios estratégicos.