



México se ha convertido en uno de los principales destinos para el turismo romántico, es decir, aquel enfocado en las bodas. Un amplio estudio realizado por la International Association of Destination Wedding Professionals (IADWP) arroja que la industria de turismo de romance en nuestro país “está en una etapa de plena expansión, generando beneficios tangibles para los destinos donde se llevan a cabo”.
En Estados Unidos se realizan unas 350 mil bodas al año, de las cuales un 25% son bodas de destino, según datos de WeddingWire y TripSavy. Se calcula que un 60% de éstas se realiza en México, dejando una derrama económica superior a los 30 millones de dólares anuales. Sin mencionar los miles de empleos directos e indirectos que generan.
El análisis de la IADWP comenzó en 2019 y ha continuado hasta la fecha. Para llegar a estas conclusiones se realizaron encuestas directas a Wedding Planners de los principales destinos nupciales mexicanos.
El 70% de los 600 encuestados tienen más de cinco años de experiencia en la industria del turismo de romance. En promedio, los planificadores consultados realizan un mínimo 10 bodas al año, aunque algunos de ellos reportaron hasta 40 eventos anuales.
Otro dato interesante es que el 29% de los organizadores de bodas profesionales están iniciando o en vías de consolidarse. Los autores explican que esto habla de un servicio en constante demanda y de que el mercado para este sector “se ha mantenido estable y con oportunidades para emprendedores”.
La industria de las bodas fue una de las más afectadas cuando se desató la pandemia en México, en el primer trimestre de 2020. Según datos del INEGI, los eventos nupciales sufrieron una disminución de 33.5% respecto a 2019. Las pérdidas por cancelaciones durante marzo, abril y mayo de ese año se estiman entre los 300,000 y los 400,000 millones de pesos por destino, calcula la IADWP.
Aunque 2021 prometía ser un año de reactivación para el sector, los rebrotes de Covid y las nuevas variantes (especialmente ómicron), pusieron freno. Ahora, la esperanza está puesta en 2022, en particular durante la temporada de bodas. Normalmente, ésta abarca desde finales de marzo hasta principios de junio, pero este año podría extenderse o repartirse a lo largo de otros meses.
En un momento en que los contagios han bajado drásticamente a nivel mundial, las parejas están deseosas de contraer matrimonio. Muchas llevan hasta 2 años aplazando su enlace y no son pocas las que llevan ahorrando todo ese tiempo para tener la boda de sus sueños.
Además de los beneficios para los salones de eventos, jardines y otras locaciones, esto abre oportunidades en otras ramas. Por ejemplo, la compra y entrega de anillos, despedidas de solteros y solteras, renovación de votos y, por supuesto, lunas de miel, también verán un alza en la demanda.
Así mismo, la reactivación nupcial impulsará negocios como los grupos de mariachis y conjuntos musicales, servicios de fotografía y video profesional para eventos. También las empresas dedicadas a la renta de limusinas o autos clásicos, organización de banquetes y catering, deben estar atentas a las oportunidades.
México recibe un 23% del turismo de romance a nivel mundial, principalmente en los destinos de playa y pueblos mágicos.
Se ha identificado al menos 23 destinos preferidos por los enamorados nacionales e internacionales. Las locaciones favoritas para casarse se encuentran en la Riviera Maya, Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta y Cozumel. También destacan los estados de Puebla, Oaxaca y Guanajuato; este último alberga uno de los rincones predilectos para las bodas: San Miguel de Allende.
David Hidalgo, director de IBTM Américas y experto en la industria de reuniones, citado por el medio especializado Conexión Abastur, asegura que:
“Hoy es imperante crear espacios en donde los destinos, proveedores, compradores y prestadores de servicio puedan sentirse seguros, más aún con los lineamientos sanitarios a los que estamos sujetos. Seguirnos capacitando y actualizando, comunicar y dar visibilidad de todos los servicios que puedan ofrecerse, pero sobre todo, adecuarnos a las necesidades de cada pareja en particular. Todo ello, nos brindará también la oportunidad de abrir mercados que aún no conquistamos”.