Si te endeudas para pagar tus deudas es hora de enfrentar la realidad de una situación económica insostenible. La salud o enfermedad financiera personal es el resultado de una sencilla pero dolorosa operación aritmética:
¿Cuántas veces llegas al final de la quincena lamentando haber gastado más de lo esperado? Pues bien, eso tiene solución.
Te comparto aquí un método eficaz para empezar a revertir ese “círculo vicioso” de deudas que podrían acabar con tu salud mental y física. Solo necesitas:
1) ANTES de salir de casa anota en tu libreta cuánto dinero en efectivo traes contigo.
2) Cada vez que compres algo durante el día anota el concepto y el total gastado en tu libreta, o bien, toma fotografías con tu celular de todos los recibos de las compras que vas realizando (sí, esos tacos también se anotan). Si eres de los que prefiere utilizar una app para tu control de gastos también puedes usarla.
3) Si pagas alguna compra con tu tarjeta (de débito o de crédito) anótalo en tu libreta también. Aplica lo mismo para transferencias o cheques destinados a gastos personales.
4) Cuando termine tu día checa tu libreta y tu cartera: ¿cuánto efectivo te queda? ¿Coincide con lo que dice tu libreta que gastaste? Si te falta dinero y no lo tienes registrado debes hacer memoria y recordar en qué lo gastaste. No esperes al día siguiente porque estos gastos se olvidan rápidamente y después son aún más difíciles de recordar.
Es probable que tus gastos de fin de semana difieran de lo que gastaste entre semana. REGÍSTRALOS aunque sean “únicos” o irrepetibles. Todo suma.
5) Después de dos o tres semanas de registrar tus gastos diarios utiliza la siguiente tabla para agrupar y vaciar tu información. Utiliza aquellos rubros que se adapten mejor a ti y a tu familia o, simplemente, crea tu propio listado.
Ahora bien, algunos de nuestros gastos no son diarios, semanales o mensuales, pero, aún así, debemos registrarlos. Por ejemplo, si tu recibo de luz es bimestral (cada dos meses), divídelo entre dos y anota lo que equivalga al mes que estás evaluando (bimestral=$500, mensual=$250); si no tienes la cantidad exacta anota un estimado. Si pagas el predial de forma anual, divide la cantidad pagada entre los doce meses y anota lo que correspondería al mes en cuestión.
Hasta aquí la dolorosa realidad de enterarte de lo que gastas en un mes.
6) Ahora suma todos tus INGRESOS durante el mismo periodo y compáralos con tus gastos. ¿SORPRENDIDO?
Enfrentarnos a lo que REALMENTE GASTAMOS puede ser angustiante o causarnos estrés. Pero darnos cuenta de que nuestro gasto supera a nuestro ingreso es aún más estresante. Muchas personas eligen NO SABER cuánto gastan pensando que algún día se sacarán la lotería, o que Dios proveerá o que utilizarán su aguinaldo para liquidar sus deudas. Lo cierto es que, de no hacer algo al respecto, la situación empeorará y empezaremos a pedir prestado cada vez con mayor frecuencia y a un costo financiero y emocional más alto.
Ya hiciste la parte más dolorosa aunque no la más difícil. Respira. No será de la noche a la mañana, pero vas a lograr revertir el proceso:
1) Revisa cada uno de tus gastos: ¿Cuáles son demasiado altos? ¿Cuáles pueden disminuir considerablemente sin afectar tu nivel de vida, de salud y de bienestar? ¿Cuáles son tus gastos BÁSICOS INELUDIBLES que deben tener prioridad?
2) Ahora vuelve a llenar las casillas asignando un tope máximo a aquellos gastos que puedes reducir. Incluye un rubro que se llame PAGO DE LA DEUDA y considéralo un gasto básico ineludible. Algunos gastos no podrán modificarse (renta, colegiaturas, médicos), pero otros pueden disminuirse si se toman medidas para lograrlo (luz, gas, celulares, teléfono fijo, entretenimiento, suscripciones, etc.).
3) Reúne a tu familia y muéstrales los resultados. Sería ideal que cada uno de ellos haga el ejercicio de anotar diariamente sus gastos pues eso los obliga a tomar conciencia de sus propios excesos. Involúcralos en la solución, pídeles sus sugerencias.
4) Enseña a tu pareja y a tus hijos a administrar su dinero, a establecer sus prioridades y a controlar sus propios gastos. EL AHORRO ES UNA INVERSIÓN PARA UN MEJOR FUTURO. Eduquémonos para ahorrar aunque sea una cantidad modesta al inicio. Es importante abrir una cuenta o tarjeta y depositar ahí lo ahorrado pues esto evita que utilicemos ese dinero para una compra impulsiva.
¿Te endeudas para pagar tus deudas?
