



Existe una loción mexicana impregnada de historia, misticismo y tradición: la loción Siete Machos. Desde su nacimiento en la perfumería Urania hace casi 100 años, este elixir ha trascendido el tiempo y las generaciones, fusionando el mundo de las fragancias con el universo esotérico.
La versión más difundida es que los hermanos Gutiérrez, inmigrantes españoles, fueron los creadores de esta icónica loción en la Ciudad de México, inspirados en una misteriosa combinación de siete flores macho. Sin embargo, otra versión de la historia apunta a un químico alemán, contratado por uno de ellos, concretamente Lucas Gutiérrez Pérez, quien habría nombrado la fragancia en honor a sus siete hijos varones.
A pesar de los relatos, un velo de incertidumbre cubre la identidad de los ingredientes exactos que componen su fórmula. Mientras algunos aseguran que el romero y la lavanda son clave en su esencia, otros sostienen que las verdaderas flores empleadas siguen siendo un enigma bien guardado.
Lo que comenzó como una fragancia con notas florales y amaderadas pronto adquirió fama en los círculos de la alta sociedad mexicana, donde se usaba en rituales de cortejo. Pero su influencia no quedó ahí. Con el tiempo, los chamanes de Catemaco—un epicentro del misticismo en México—adoptaron Siete Machos como un elemento esencial en sus prácticas espirituales.
Se cree que esta loción posee propiedades purificadoras: limpia el aura, aleja las malas energías, repele la envidia y, según quienes creen en su poder, incluso puede atraer el amor y la fortuna si se aplica correctamente. La tradición dicta que debe usarse en el cuello, muñecas, detrás de las orejas y el ombligo, siguiendo un ritual de aplicación de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba para potenciar sus efectos.
A pesar de su prestigio en el mundo esotérico, Siete Machos no está exenta de polémica. En México, ha sido objeto de comentarios que lo asocian con perfumes de baja calidad, aunque quienes se atreven a probarlo quedan sorprendidos por su aroma fresco y floral, que incluso ha sido comparado con fragancias de lujo como Acqua di Parma Essenza, según los expertos claro.
Esta dualidad ha contribuido a su aura de misterio. Su precio accesible y su presencia en farmacias de todo el país han facilitado su distribución, pero también han dado pie a numerosas imitaciones. Para asegurarse de adquirir la loción auténtica, los conocedores advierten que es crucial buscar el holograma de Urani en su etiqueta.
Con el paso de los años, la marca Siete Machos ha expandido su gama de productos, incluyendo jabones, perfumes y hasta veladoras, consolidándose como un referente dentro del mercado esotérico. Su identidad visual ha evolucionado, pasando de un estilo art decó a una etiqueta más enigmática: un fondo negro adornado con siete cabezas de machos cabríos en dorado, reforzando su conexión con el mundo de lo oculto.
Desde su aparición en farmacias y boticas hasta su lugar en rituales de limpieza energética, Siete Machos sigue cautivando a generaciones con su mezcla de perfume, leyenda y espiritualidad. ¿Es simplemente una fragancia bien elaborada o realmente tiene un poder más allá de lo terrenal? Solo aquellos que se atreven a usarla pueden descubrir la verdad oculta tras su enigmático aroma.