



La Ciudad de México se prepara para un cambio medioambiental de fondo: a partir del 1 de enero de 2026, la separación de basura dejará de ser una recomendación y se volverá una obligación para hogares, comercios, oficinas e instituciones.
Bajo el programa Transforma tu ciudad: cada basura en su lugar, la capital implementará un sistema de clasificación en tres categorías: residuos orgánicos, inorgánicos reciclables e inorgánicos no reciclables. La medida busca que al menos el 50% de los más de 8,600 toneladas diarias generadas en la ciudad sean reaprovechadas o recicladas, con el fin de disminuir el volumen enviado a rellenos sanitarios.
La capital enfrenta un desafío ambiental serio: diariamente se generan más de 8,600 toneladas de residuos sólidos urbanos, de las cuales solo un 15 % se separa correctamente en la actualidad. El resto termina mezclado en rellenos sanitarios, calles o barrancas.
El programa Ciudad Circular: Basura Cero para Transformar la Capital —liderado por la SEDEMA— es la estrategia que sustenta este cambio, apuntando a convertir residuos en recursos mediante compostaje, reciclaje y valorización.
Julia Álvarez Icaza, titular de la SEDEMA, declaró que el gobierno capitalino busca transformar la basura de un problema a una solución, integrando infraestructura, normativas y cultura ambiental.
El esquema que operará desde enero de 2026 contempla tres fracciones de separación:
Para ello se definirá un calendario de recolección diferenciada:
El programa también comprende una campaña de sensibilización y educación ciudadana, coordinación con las alcaldías y capacitación para trabajadores del sistema de limpia.
Para hacer viable el cambio, el gobierno capitalino estimó una inversión de 250 millones de pesos destinada a renovar la flota de camiones bajo un esquema “mitad y mitad” entre alcaldías y gobierno central.
Esta inversión buscará fortalecer la recolección diferenciada, así como la logística y el transporte de los residuos segregados. También se espera generar más de 400 mil toneladas de composta y reciclar el 10% de los residuos de construcción, reduciendo a la mitad los desechos enviados a rellenos sanitarios.
Además, el plan incluye la adquisición de 34 nuevos camiones para recolección especializada y la ampliación de plantas de composta y tratamiento orgánico en zonas como Tláhuac, Xochimilco y la planta del Bordo Poniente.
Transformar un sistema de recolección urbano tan complejo no está exento de retos. Entre los más relevantes:
La decisión responde también a compromisos ambientales: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 35% para 2030 y adoptar una economía circular urbana. Parte fundamental del plan es que el 50 % de los residuos no lleguen a rellenos, sino que sean reaprovechados o reciclados.
Asimismo, la nueva Agencia de Gestión Integral de Residuos coordinará el manejo, valorización y destino final de los desechos segregados en toda la ciudad.