



La popularidad de la ropa de paca en México y Estados Unidos ha crecido notablemente en los últimos años, y un reciente estudio revela que este fenómeno va más allá de las tradicionales “3 B” (bueno, bonito y barato).
Un informe de ThredUp Inc destaca que la ropa de segunda mano representó un gasto superior a 220 mil millones de dólares en Estados Unidos el año pasado, lo que equivale a casi el 10% del gasto mundial en prendas.
La ropa de paca, también conocida como ropa de segunda mano, ha experimentado un incremento significativo en su demanda tanto en México como en Estados Unidos.
Este fenómeno no solo se atribuye a la búsqueda de prendas asequibles, sino también a una creciente conciencia ambiental y a la búsqueda de estilos únicos.
Además de la economía, la sostenibilidad juega un papel crucial en esta tendencia. Los consumidores buscan reducir su huella de carbono al reutilizar prendas, evitando que toneladas de textiles terminen en vertederos. Asimismo, la exclusividad de encontrar piezas únicas en buen estado añade un atractivo especial para los compradores.
En México, la venta de ropa de paca ha generado ingresos significativos. Por ejemplo, en 2019, esta actividad representó alrededor de 466 millones de dólares a nivel nacional, según el Consejo de la Moda de Jalisco. Este mercado ha permitido a muchas familias acceder a prendas de calidad a precios accesibles, además de ser una fuente de empleo para quienes comercializan estos productos.
La Ciudad de México alberga tianguis reconocidos por la venta de ropa de paca, como el Tianguis de Mixhuca, el Tianguis del Rosario y La Paca de Pino Suárez. Estos espacios se han convertido en puntos de encuentro para quienes buscan moda asequible y sostenible.
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El auge de la ropa de paca en México y Estados Unidos refleja una transformación en los hábitos de consumo. Los consumidores no solo buscan prendas buenas, bonitas y baratas, sino que también valoran la sostenibilidad y la originalidad en su vestimenta. Esta tendencia destaca la importancia de opciones de consumo más conscientes y responsables.