¡Rompimos el código! Conoce el Año de 12 semanas que usan los millonarios para alcanzar metas
El dividir el año en ciclos de 12 semanas ayuda e enfocar mejor los esfuerzos y aumentar las probabilidades de éxito.
Cumplir los propósitos de año nuevo no suele ser una tarea sencilla pues requiere de cambiar viejos y arraigados hábitos por nuevas y mejores prácticas, o dejar atrás la procrastinación. Aunque hay muchas técnicas que facilitan esta misión, hay una que está llamando la atención debido a su efectividad: el año de 12 semanas.
Utilizado por muchas personas alrededor del mundo, el dividir el año en ciclos de 12 semanas, afirman, mejora los índices de cumplimiento de metas
¿Qué es el año de 12 semanas?
Bajo la idea de que a mayor tiempo para alcanzar una meta hay más probabilidades de desistir, Brian P. Moran y Michael Lennington, autores del libro “El año de 12 semanas”, crearon este método. Con él, en lugar de plantear objetivos a largo plazo, se planifican proyectos que deben concretarse en periodos más cortos, lo cual optimiza la ejecución y permite alcanzar resultados excepcionales.
Esta técnica consiste en dividir el año en ciclos de 12 semanas a los que se les asigna una meta específica. Al hacerlo, es posible enfocar mejor los esfuerzos y aumentar las probabilidades de éxito.
El lapso de 12 semanas fue planteado debido a que es lo suficientemente corto para mantener el sentido de urgencia, pero también razonablemente largo para tener tiempo de hacer cambios importantes.
¿Cómo implementar el método del año de las 12 semanas?
Si este año estás determinado a cumplir las metas que te propusiste y decidiste optar por este popular método, lo que debes hacer es:
- Establece objetivos SMART. En otras palabras, las metas que plantearás para cada ciclo deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.
- Planeación detallada. Debido a que el tiempo es relativamente corto, es fundamental organizar semanalmente lo que se deberá hacer para llegar a la meta.
- Revisión constante. Al estar monitoreando frecuentemente los avances es posible detectar los ajustes por hacer.
- Flexibilidad. Si bien la idea detrás de su implementación es cumplir un objetivo, procura ser flexible y evitar caer en el “todo o nada”.
¿Por qué es benéfico este método?
El creador de esta técnica señala que hay varios factores que contribuyen a hacerlo tan efectivo. Entre ellos destacan:
- Sentido de urgencia. El tener “el tiempo encima” hace que las distracciones se minimicen y se dejé a un lado la postergación.
- Enfoque. Tener claridad en ese objetivo específico ayuda a destinar el tiempo y energía necesaria para alcanzarlo.
- Motivación. El ir cumpliendo el objetivo en cada periodo contribuye a seguir enfocado y no desistir.
- Responsabilidad. Este método obliga a las personas a responsabilizarse por lo que hacen o dejan de hacer, impulsando así la autocrítica y transformación constante.
Aunque son muchos los beneficios, los detractores señalan que implementar el año de 12 semanas también puede incrementar los niveles de estrés e incluso propiciar el burnout. Sin embargo, los defensores apuntan que para evitar esto, la clave está en ser realistas con las metas a cumplir, de ahí la importancia de establecer objetivos SMART.
Ni este ni cualquier otro método es milagroso, requieren de un compromiso real. Sin embargo, la alternativa ofrecida por Brian P. Moran y Michael Lennington, promete mejores resultados debido al enfoque y motivación que promueven.