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13-07-2022, 12:22:28 PM

Qué es el corporate venturing (cuando David y Goliat hacen equipo)

El Corporate Venturing ayuda las startups a mejorar en su estructura y operación, mientras que los corporativos reciben innovación para afrontar la disrupción tecnológica.

© Depositphotos.com

Ramón Ornelas y su equipo encontraron la forma de hackear Instagram y hacer post de productos listos para venderse. En 2015 se dedicó de tiempo completo a esta idea con su nueva empresa: Polsie . El equipo ya había pasado por aceleradoras, lanzado pitches en Houston, pero en 2017 entraron a un programa muy distinto en México, apoyado por una empresa que aparentemente no tiene que ver con su sector.

“Ya habíamos estado en aceleradoras, pero con Cinépolis era distinto, es un corporativo ‘chido’. El programa fue en Morelia: rentamos una casa, fue como un Big Brother”, cuenta Ramón sobre el programa que tuvo cuatro meses de duración.

Desde 2011, Cinépolis realiza un programa de aceleración de startups en las que reciben asesoría y aprenden procesos de la empresa. El corporativo, a su vez, aprende cómo los emprendedores resuelven problemas pensando fuera de la caja.

A veces los ejecutivos “están tan concentrados en lo que hacen para superar a la competencia que no ven más allá del área que encabezan, y la simple interacción con emprendedores provoca una forma distinta de ver los problemas y, colectivamente, se pueden encontrar soluciones en verdad disruptivas”, dice Miguel Mier, director de Operaciones de Cinépolis y uno de los impulsores de Seedcamp , el programa de la compañía que pasó de ser un taller de tres días en sus primeras ediciones a convertirse en todo un proceso de aceleración.

Vincular a las startups con los corporativos es una tendencia en crecimiento en México, aunque en Estados Unidos ya lleva varios años. Las empresas líderes en sus ramos tienen brazos de aceleración de startups con las que después pueden aliarse o invertir. La unión de David y Goliat trabajando en equipo.

Gustavo Huerta, CEO y cofundador de Bluebox , la red de aceleradoras corporativas más grande de Latinoamérica, vio el concepto y lo adaptó a las necesidades de los corporativos mexicanos. Su primer cliente fue Cinépolis.

“La propuesta era llevar los programas a México, pero entendiendo la cultura mexicana. Antes no había Inadem, no se hablaba de un ecosistema emprendedor. Empezamos con Cinépolis, que en realidad fue un acto de fe porque Miguel (Mier) y Manuel (Urrutia, vicepresidente de Estrategia) nos entendieron. Su ventaja competitiva es que siempre innovaron. Ellos inventaron las primeras salas VIP en el mundo”, recuerda.

La aceleración de startups a través de corporativos, o Corporate Venture Capital (CVC), ayuda a traer la innovación de afuera hacia dentro. Aunque no sustituye el área de investigación y desarrollo de las empresas, los programas de aceleración de emprendimientos pueden ayudar a mejorar el desempeño de las empresas. Las que combinan el CVC con su área de I+D y aceleradoras e incubadoras suelen tener un retorno mayor sobre sus inversiones, de acuerdo con un estudio de Boston Consulting Group, publicado en abril de 2016.

Foto: Ramón Ornelas de Polsie / Fernando Díaz Vidaurri

Traer la innovación con corporate venturing

Tras la primera irrupción de emprendimientos tecnológicos, como Google y Facebook, y hasta la llegada de los unicornios como Uber y AirBnB, las grandes empresas entendieron que la disrupción cambiaría todas las industrias.

Las empresas, entre más grandes, más les cuesta originar la innovación desde adentro. Por ello, traerla desde afuera a través de emprendimientos resultaba la mejor opción. Los corporativos comenzaron a realizar programas y a invertir activamente en ellos.

“Los corporativos buscan principalmente dos cosas: una, son oportunidades de crecimiento en ventas y servicios y, dos, enfrentar amenazas tecnológicas. Así como Netflix desplazó a Blockbuster, nadie quiere ser la siguiente”, explica Félix Cárdenas, director del Centro de Innovación y Emprendimiento de la EGADE Business School y socio de EFM Capital, un fondo de inversión.

En 2012, existían 84 inversionistas activos de Corporate Venture Capital en el mundo. Al cierre de 2016, el número había crecido a 204 CVC cerrando tratos y participando en los ecosistemas de emprendedores, de acuerdo con datos de CB Insights.

Las compañías tecnológicas y de telecomunicaciones son las que más invierten en CVC. Las diez principales son: Intel Capital, Google Ventures, Salesforce Ventures, Comcast Ventures, Qualcomm Ventures, Cisco Investments, GE Ventures y Bloomberg Beta, según la firma de análisis.

Pero los corporativos de otros sectores también trabajan para atraer a más startups a sus programas, algunas son JetBlue o Tyson Foods.

El Corporate Venturing se puede valer de varias herramientas, además de la aceleración de startups. Están los hackathones , programas de mentoría, misiones de scouting para encontrar emprendimientos,  asociaciones con universidades, alianzas estratégicas con los corporativos y las startups, adquisiciones o licencias que permitan a las empresas usar las innovaciones en nuevos mercados, sectores de la industria o segmentos de consumo.

“Desde la cabeza hasta los colaboradores, saben que la innovación va a llegar más rápido de afuera que desarrollándola dentro”, dice Gustavo Huerta, cofundador de Bluebox, fundada en 2011, cuando había poca actividad de Corporate Venturing en México.

Gustavo cuenta que cuando empezaron a trabajar, las empresas les pagaban como proveedores, con plazos de 30, 60 o hasta 180 días, por lo que tenían que poner capital propio para la aceleración de los emprendimientos. Decidieron hacer una ronda de financiamiento en 2014 donde levantaron más de un millón de dólares para sufragar los servicios y tener más clientes. Luego, llegaron dos inversionistas más.

Somos un caso atípico porque nadie invierte en las aceleradoras. “(La inversión) nos permitió abrir la llave con los clientes: pasamos de tener sólo uno a después ocho, luego hasta 20. Ahora somos 50 personas en la compañía”, cuenta.

Grandes corporativos como BBVA y Telefónica han optado por sus propios programas de aceleración y mentorías, Open Talent y Wayra , respectivamente.

En mayo de 2017, el Centro de Innovación y Emprendimiento de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey reunió a varias compañías para formar una red que impulse la inversión corporativa de las startups. Las firmas que mostraron su interés son FEMSA, Cemex, Alfa, Arca Continental, Sigma Alimentos, Ternium México, DeAcero, Cuauhtémoc Moctezuma Heineken México, Xignux, Proeza, Vitro, Axtel, BanRegio, Softek, Neoris y Grupo Quimmco.

Foto: Gustavo Huerta y Juan Pablo Sánchez de BlueBox / Fernando Díaz Vidaurri

Los pioneros

Lo primero que debe hacer un corporativo que quiera acelerar startups es creer de verdad que la innovación es una ventaja competitiva, resalta Gustavo Huerta.

“Hemos entendido que si no se trabaja con el líder de la industria, no prospera la iniciativa. Los que no son líderes tienen el reto de cómo serlo. El líder tiene que creer que la innovación es una ventaja competitiva y no sólo de dicho, sino de facto.”

No es casualidad que las empresas mexicanas que lideran su sector sean las más activas en Corporate Venturing. Cinépolis es la segunda cadena de cines más grande del mundo y Bimbo la mayor panificadora en el orbe.

Miguel Mier, de Cinépolis, recuerda que el primer Seedcamp (un taller de tres días de duración) en 2013 fue hecho con la simple intención de acercarse con los innovadores.

“Las startups y las empresas más chicas y ágiles son normalmente las que terminan haciendo productos que, de alguna manera, transforman industrias enteras. Queríamos tener esta mentalidad y lanzamos el taller”, dice.

Junto con Gustavo Huerta, quien coordinó las primeras ediciones de Seedcamp en Morelia, Michoacán, Cinépolis se dedicó a desarrollar la primera aceleradora corporativa especializada en el entretenimiento digital. Después, a través de Bluebox, se empezaron a atraer más emprendimientos no sólo de México, sino de Latinoamérica.

“El 70% de los emprendedores no son mexicanos. A veces hay que darles soporte, ayudarlos a reubicarse, a traerse toda su familia después de que acabó el programa de cuatro meses y encontrar lugar de residencia en México, y hasta a buscar escuela para sus hijos. Se hace una especie de famila”, comenta Gustavo.

Ramón Ornelas, de Polsie, coincide con este concepto. “Todo el proceso con Bluebox está muy padre, adoptas por un tiempo a una famlia. Decidimos quedarnos en Morelia, abrir un equipo de desarrollo allá, es más barato, la vida es más tranquila. Fue como un retiro espiritual corporativo.”

Foto: Fernanda Guerrero de Chía Mía / Fernando Díaz Vidaurri

Las ventajas

Fernanda Guerrero, cofundadora de Chía Mía , una empresa con una línea de bebidas adicionadas con chía, estaba dando un pitch a la mesa directiva de Bimbo. Uno de ellos le preguntó cómo hicieron para lanzar 16 productos al mercado e innovar en sólo cuatro años de existencia. La respuesta de Fernanda fue muy simple: “Porque nosotros nos ponemos de acuerdo más rápido.”

Como aliados del corporativo, Chía Mía les ayudó a innovar, a hacer pruebas piloto a menor escala en su planta, a tener el espíritu de una startup.

A cambio, el emprendimiento recibió mucha estructura en procesos, finanzas, recursos humanos, buenas prácticas de manufactura para trabajar con una empresa de escala mundial. “Nos abrieron sus puertas al know how y la red de distribución para crecer.”

Félix Cárdenas, de la EGADE Business School, resalta que el producto o solución de la startup puede escalar mucho más rápido con la infraestructura, posición de mercado y contactos de la empresa.

GoWi , el emprendimiento de Jorge de León, empezó poniendo ‘Vending Machines’ de WiFi, pero nadie estaba dispuesto a pagar por algo que se podía encontrar gratis en muchos puntos. Durante dos años no generó ingresos hasta que un inversionista le pidió instalar redes de WiFi en seis centros comerciales. El problema era que para hacer esto sólo eran tres personas y un programador.

“Se dieron cuenta de que teníamos el conocimiento, pero no la capacidad operativa y decidieron invertir más en nosotros que en la empresa”, cuenta Jorge sobre aquella experiencia. Instalaron exitosamente las redes en los centros comerciales, lo que les abrió la puerta a más oportunidades.

Participaron en NAVE, la aceleradora corporativa de Axtel. Juntos lograron desarrollar más servicios y agregar valor a los existentes. Ahora GoWi tiene cuatro productos bien definidos: conexiones en hotspots, centros comerciales y lugares públicos; Bus WiFi, con el que se pueden conectar hasta 50 personas en un autobús; internet en eventos para hasta 5,000 personas, y Software as a Service (SaaS).

“Trabajamos con Axtel en dos modelos de mercado: el masivo y el empresarial. En el masivo, Axtel tiene unos puntos en las calles que se llaman Axtel Xtremo, los cambió para llamarlos GoWi Extremo. De la noche a la mañana teníamos 1,500 puntos, eso te pone mucho mejor ante la competencia.”

Foto: Jorge de León de GoWi / Fernando Díaz Vidaurri

Los retos

Israel Cauich presentó su primer modelo de chat robotizado que desarrolló SoldAI , su emprendimiento, en la Semana del Emprendedor de 2015. Era una versión que tenía que ver más con la estadística predictiva que con la Inteligencia Artificial (IA), pero en aquella ocasión se registraron 30 personas que querían probar el producto. Ahí se dio cuenta de que tenía algo bueno.

En diciembre de 2016, lanzó, junto con Coca-Cola, una campaña para la marca Freska en Facebook: fueron su primer producto y cliente. En 2017 fue seleccionado para participar en el programa de aceleración de Levadura, de Grupo Modelo, compañía con la que trabajará en campañas con chatbots no sólo en México, sino también en varias partes de América Latina.

“Nosotros nos adaptamos a los servicios de nuestros clientes y complementábamos inversiones previas en vez de sustituirlas. Antes, las empresas estaban escépticas de nuestro trabajo cuando existen gigantes de la IA como Google o IBM, pero veían que era más fácil poner nuestra tecnología que la de otro proveedor”, explica Israel sobre lo que distingue a SoldAI.

Las startups pueden ser las aliadas de los corporativos ante los retos que enfrentan con los avances tecnológicos, como es el caso de la inteligencia artificial. También pueden enseñarles algunas cosas a las grandes empresas en cuestión organizacional.

“Cuando le mostramos a la persona de recursos humanos de Axtel nuestro modelo horizontal de organización, nos preguntó dónde estaban los gerentes o supervisores. No había.”

Los corporativos, en particular los mexicanos, enfrentan retos a la hora de emplear la aceleración de startups: el primero es creer en verdad en el modelo.

“Tienden a no ser tolerantes al riesgo y a la incertidumbre. Y es importante darse cuenta que 30% de las inversiones que se hacen en etapa temprana son startups que van a desaparecer. Debemos tener el estómago para aguantar esto”, señala Félix Cárdenas, de la EGADE.

También hace falta acabar con la desconfianza del emprendedor. “Siempre hay que demostrarle que no le van a robar su idea, a quitarles algo y que el corporativo lo haga por su cuenta”, expone Gustavo Huerta.

El Corporate Venturing o aceleración corporativa es un concepto aún reciente en México al que le falta consolidación. Para que funcione, explica Fernanda Guerrero, la startup debe tener claro por qué se junta con un corporativo y deben compartir los objetivos. David no debe temer que Goiliat lo aplaste. “Si están alineados, no deberías tener miedo.”

Foto: Israel Cauich de SoldAI / Fernando Díaz Vidaurri

Con información de Marisol García

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