



La creatividad mexicana nuevamente da de qué hablar: en Ciudad de México han creado el “pambamuerto”, una mezcla entre pambazo y pan de muerto, que ya circula en redes como novedad gastronómica para la temporada de muertos. Junto a él aparece también la “muertorta”, una reinterpretación temática de la torta preparada con ingredientes alusivos a la festividad.
Estas innovaciones se suman a otras fusiones como la tlaloconcha y las conchamuertos, como parte de un movimiento que reimagina la tradición culinaria del pan dulce mexicano con ingenio y “sabor al más allá”.
El “pambamuerto” fue dado a conocer por Antojitos Muy Vargas, un local en la colonia Álamos, CDMX, que lo promociona como una fusión de pambazo con pan de muerto. El resultado retiene la forma ovada con sus característicos “huesitos” del pan de muerto, pero integra elementos del pambazo: salsa de chile guajillo, relleno de chorizo con papas, lechuga, queso y salsa verde. Su lanzamiento fue viralizado en redes sociales como TikTok e Instagram.
El negocio lo ofrece por temporada (generalmente desde octubre hasta noviembre), con horarios nocturnos y precios alrededor de 60 pesos por unidad. Esta propuesta busca atraer tanto a los devotos de la tradición como a quienes gustan de probar fusiones atrevidas.
La “muertorta” es otra creación temática que reinterpretaría la clásica torta mexicana con elementos alusivos a Día de Muertos (pan decorado con calaveritas, salsas teñidas, ingredientes típicos) para ofrecer una opción salada dentro de la festividad tradicionalmente dulce.
Aunque aún no tiene tanta documentación mediática como el pambamuerto, su mención circula en menús emergentes y tendencias gastronómicas de temporada.
Panaderos mexicanos han experimentado desde hace algunos años con piezas temáticas que celebran la festividad con humor y estética. En Puebla, la panadería La Herencia JD creó la tlaloconcha, una concha azul con glaseado blanco que hace homenaje a Tláloc, con relleno de guayaba.
Mientras tanto, en redes se popularizaron las “conchamuertos” y “conchatrinas”, panes decorados con motivos de calaveras y esqueletos, combinando lo tradicional con lo viral.
En Tamaulipas, un panadero elaboró las calabaconchas, con colores naranjas y diseño alusivo a calabazas y Halloween, como parte de la temporada otoñal y de muertos.
Estas creaciones muestran que la panadería mexicana no solo conserva lo tradicional, sino que lo reinventa con inventiva, apelando tanto al gusto local como al contenido visual para redes sociales.
El éxito del pambamuerto no es solo gastronómico sino mediático. Su aparición fue retomada por medios como Infobae bajo el título “Unen al pan de muerto y al pambazo para crear el ‘pambamuerto’”, citando comentarios de usuarios que celebran su sabor y creatividad.
Merca20 lo destaca como ejemplo de cómo las pymes emplean estrategias experienciales para atraer clientes con productos únicos en temporada.
El video del pambamuerto también circula en redes sociales como Facebook, donde se muestran las versiones de su preparación y los ingredientes que conserva del pambazo.
Estas piezas virales estimulan que panaderías y negocios de gastronomía compitan con innovación y ofrezcan al consumidor una experiencia nueva durante festividades arraigadas.
La aparición del pambamuerto, la muertorta, la tlaloconcha y otras piezas temáticas representan una evolución orgánica de la tradición panadera mexicana: fusionan identidad, sabor e innovación.
En una cultura reconocida por la UNESCO por su riqueza gastronómica, estas creaciones demuestran que el pueblo no espera solo un pan de siempre, sino creaciones que sorprendan y revitalicen la tradición.
Con estas propuestas, la gastronomía mexicana reafirma que es viva, adaptable y capaz de expandir su sabor más allá de lo conocido sin perder su esencia cultural.