



La NASA ha seleccionado a SpaceX, la esmpresa aeroespacial de Elon Musk, para el desarrollo de una nave espacial especializada que se encargará de desorbitar la Estación Espacial Internacional (EEI), marcando el comienzo del final para uno de los proyectos más significativos de la exploración espacial internacional.
La decisión de la NASA de desorbitar la EEI hacia el final de la década se alinea con los planes de transición hacia una infraestructura orbital más comercial y accesible. SpaceX, conocida por su colaboración en misiones de reabastecimiento y transporte de tripulación hacia y desde la EEI, ahora asume un papel crucial en el próximo capítulo del programa espacial. La compañía diseñará y operará la nave que facilitará la desorbitación controlada de la estación, asegurando que el retiro de la EEI sea seguro y minimice los riesgos de escombros en el espacio.
La nave, que aún no ha sido nombrada, incorporará tecnología avanzada para asegurar una desorbitación segura de la Estación Espacial Internacional.
Este vehículo estará equipado con sistemas robustos para controlar la trayectoria de descenso de la estación hacia un área segura en el océano, minimizando cualquier posible impacto ambiental o en áreas pobladas.
La iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio para garantizar que la infraestructura en órbita baja de la Tierra pueda renovarse, manteniendo la sostenibilidad y la seguridad espacial.
El proyecto no solo representa el cierre de un capítulo importante en la exploración espacial, sino que también establece las bases para futuras plataformas comerciales y estaciones espaciales. A medida que la NASA se prepara para misiones más lejanas en el espacio, como las misiones Artemis a la Luna y eventualmente a Marte, el fin de la EEI abrirá oportunidades para que el sector privado asuma un rol más prominente en la órbita baja terrestre.