
Elon Musk admitió este miércoles que lamenta algunos de sus mensajes hechos sobre Donald Trump en su plataforma X, reconociendo que “se pasó de la raya” tras intercambiar acusaciones y tuits polémicos que pusieron en riesgo su relación política y empresarial.
Tras calificar el proyecto fiscal de Trump como una “abominación repugnante” y vincularlo con los archivos de Epstein, Musk borró publicaciones y ahora declara sentir remordimiento. Analistas interpretan esta retractación como un intento de calmar tensiones con el exmandatario y cuidar los intereses de sus compañías.
La disputa comenzó cuando Musk criticó duramente el macroproyecto fiscal de Trump, “One Big Beautiful Bill”, y planteó su posible destitución. Trump respondió llamando a Musk “loco” y amenazando con cortar contratos federales a Tesla y SpaceX.
En una publicación en X, Musk declaró: “Me arrepiento de algunos de mis mensajes sobre el presidente @realDonaldTrump la semana pasada. Se pasaron de la raya.” No especificó cuál de sus tuits lamentaba, pero sí eliminó los más inflamatorios, como los que lo vinculaban a Epstein.
Esta declaración ocurre justo cuando Trump expresó que “le desea lo mejor” a Musk. La tensión entre ambos, aunque oscilar, podría estar en vías de reconciliación, según fuentes cercanas al tecnológico.
Analistas identifican trasfondo económico: Musk podría estar buscando minimizar daños sobre contratos federales —como los de SpaceX— ante amenazas de Trump. La retractación parece envuelta en un calculador realismo empresarial.
Tras el anuncio, Tesla avanzó 2.6 % en el mercado previo y las acciones repuntaron moderadamente, sugiriendo alivio entre los inversionistas por una posible desescalada en el conflicto.
Musk también ha eliminado encuestas y publicaciones negativas, y ha mostrado cierto respaldo indirecto a Trump, posturas más suaves ante protestas recientes. Esto podría formar parte de una estrategia de reacomodo dentro del círculo de poder.
Aunque Trump declaró que la relación “posiblemente terminó”, más tarde suavizó su postura reafirmando que le desea éxito a Musk. La puerta a un acercamiento queda abierta si Musk apacigua tensiones.
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El CEO de SpaceX asume que su reacción fue excesiva y admite la necesidad de moderarse tras una batalla tuitera con Trump. El gesto busca pacificar tensiones políticas que podrían afectar los negocios del magnate. En este pulso de poder digital, la palabra “arrepentimiento” se convierte en una herramienta estratégica.
