Por Agustín Rotondo, director de Wayra Hispam
Latinoamérica se ha convertido, en los últimos años, en una de las regiones del mundo donde mayor florecimiento y desarrollo ha tenido el emprendimiento, siendo México uno de los países que más protagonismo ha adquirido.
Por ejemplo, en este país existen cuatro compañías unicornio – Kavak, Bitso, Clip y Konfío – valuadas, cada una, en más de 1,000 millones de dólares, que están transformando los sectores a los que pertenecen y la manera en que viven día a día sus consumidores.
Sin embargo, este boom tiene una tarea pendiente: integrar a más mujeres. Y es que, si bien el ecosistema es cada vez más sólido, con presencia de todo tipo de actores, desde emprendedores hasta fondos de inversión, aceleradoras y universidades, aún son pocas las líderes presentes.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que, en México, las mujeres emprendedoras son propietarias de apenas 36% de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), además de que únicamente cubren 25% del personal que labora en estas compañías y de acuerdo con cifras del Banco Mundial en el mundo, solo 1 de cada 3 empresas es propiedad de mujeres.
A pesar de esta situación y de la innegable brecha existente, cada vez son más las mujeres que poco a poco se están aventurando a emprender, fundando todo tipo de compañías que están en camino al éxito, ejemplos existen varios. Mujeres que han emprendido en el segmento de accesorios, belleza, tecnología, entre otros. Algunos de sus emprendimientos están creciendo a escala regional y logrando nuevas rondas de inversión.
La participación de las mujeres como emprendedoras y dueñas de su negocio se correlaciona de manera positiva con el nivel de ingreso de los países, sin duda son claves en la reactivación económica, y en materia de emprendimiento, están empezando a encabezar en México cada vez más empresas, en un movimiento que no se queda únicamente dentro de sus fronteras, sino que se replica ya a lo largo y ancho de América Latina.
Ante ello, ¿qué podemos hacer para que esta integración avance mucho más rápido? Existen un par de factores que pueden darnos resultados positivos cuanto antes.
En primera instancia, resulta esencial trabajar en temas de educación, capacitación y mentoring. La innovación requiere de ideas valiosas que pueden llevarse a cabo a través de conocimientos, la coordinación y organización del equipo de trabajo, del liderazgo y captación de capital, entre otras situaciones que requieren de las destrezas, habilidades, conocimientos y capacidades de las emprendedoras.
Por otra parte, el tema del acceso al capital para sus empresas es sustancial, se requiere de un ecosistema para poder prosperar, que impulse, acelere y escale a las startups. Los fondos de capital de riesgo son una de las fuentes más importantes de financiación para los emprendedores, ayudan a producir más innovaciones y de mayor calidad.
Es una realidad que los avances de integración y desarrollo de las mujeres dentro del emprendimiento continúan siendo impulsados por diferentes actores del ecosistema, aún queda un importante camino por recorrer y desde Wayra Hispam nos sumamos invirtiendo cerca de 3 millones de euros en startups activas fundadas por mujeres en la región como: Nubimetrics de Argentina, Firstjob de Chile, Fitco en Perú, Rebus de México y Viajala de Colombia; además de fortalecer e impulsar el crecimiento femenino dentro de la organización, colaborando con el desarrollo de diferentes competencias que les permita asumir nuevos desafíos en posiciones de mayor nivel y responsabilidad, así como capacidades de liderazgo a través del programas regionales.
Esto es apenas el inicio de nuestra labor como impulsores del emprendimiento femenino en la región y en México, donde seguiremos trabajando en beneficio de la inclusión de más mujeres en el ecosistema.
