La forma en la que trabajamos, concebimos el bienestar y planeamos a futuro ha estado en constante cambio por los últimos dos años. La mayoría de los reportes de tendencias de 2022 advertían de un efecto denominado “La Gran Renuncia” por la salida masiva de millones de trabajadores en países como Estados Unidos, Reino Unido o Italia.
¿Qué pasa con Latinoamérica? ¿Estamos preparados para este fenómeno o aún hay tiempo de evitarlo? Aunque pareciera que México está muy lejos de este escenario, es momento de analizar las probabilidades, sobre todo considerando que la generación millennial es la más susceptible a repensar su futuro laboral.
Después de un periodo de ajuste complejo, las empresas mexicanas alcanzaron una relativa estabilidad con la mezcla de tres generaciones: baby boomers, generación X y millennials. Ahora no sólo existe el reto de incorporar poco a poco a los centennials, además en la región hay elementos compartidos con el fenómeno de “la gran renuncia”, como cuestionar condiciones laborales poco flexibles, horarios extenuantes e incluso a la posibilidad de regresar al trabajo presencial, que motivan a los colaboradores a considerar nuevas opciones.
De acuerdo con el último Índice de Tendencias Laborales, que considera 31 países incluyendo a México, 52% de los trabajadores con 40 años o menos considerarían cambiar de trabajo en los próximos 12 meses. En el caso de las empresas de tecnología, hay un incremento en la demanda de puestos como desarrolladores, diseñadores UX/UI, project managers etc. lo que aumenta el riesgo de perder talento clave si no ponemos atención.
Antes de tomar la decisión de retomar esquemas tradicionales, estos son tres aspectos a considerar que en mi experiencia han traído resultados positivos en esta coyuntura:
Este modelo de flexibilidad laboral implica que las políticas vayan de acuerdo con el giro y las necesidades de la empresa. Entender que será posible que el colaborador trabaje fuera de una oficina con la consigna de ejecutar modelos establecidos que pueden ir desde cumplir horarios de conexión, metas de productividad y trabajo bajo resultados, así como cumplir con programas que eviten crisis psicosociales.
Cuidar la salud de nuestros empleados inicia desde que ofrecemos programas de acompañamiento, terapia, salud física, nutrición o alguna herramienta que el colaborador considere adecuada para mantener el balance entre trabajo y bienestar. Es vital la comunicación entre todos los niveles de la organización para reducir las cargas laborales y de esa forma generar mayor permanencia, tenemos que entender que trabajar vía remota no implica hacer más horas laborales.
El salario es uno de los principales factores para decidir renunciar, el millennial busca un sueldo competitivo, uno que vaya equiparado a la carga laboral que mantiene. Es una generación que siempre va a buscar más y que constantemente está en preparación, por lo que optar por otro empleo siempre será la salida más sencilla. Actualmente hay constantes ofertas laborales debido a la misma rotación que existe.
Es el momento ideal para que las empresas empiecen a replantear cómo mantener a la generación millennial y atraer al talento centennial con más potencial, la forma de trabajar está evolucionando y nos toca adaptarnos o quedarnos en el camino.
