



El pleito legal que comenzó en 2017 entre el gigante de la comida rápida, McDonald’s y la cadena irlandesa, Supermac’s, obtuvo por fin un desenlace inesperado para los restaurantes norteamericanos quienes ya no podrán llamar “Big Mac” a sus hamburguesas de pollo.
Los inicios de esta batalla en tribunales de la Unión Europea se remontan a 2017 cuando la cadena de origen irlandés trató de revocar los derechos de marca de “Big Mac”, los cuales habían sido registrados desde 1996 para el uso de productos hechos a base de carne o pollo.
Supermac’s, competencia de McDonald’s en territorio europeo y con más de 46 años en el mercado, también cuenta con un menú que incluye hamburguesas de carne y pollo, nuggets y más.
La compañía aseguraba en su alegato inicial que al adueñarse del término “Mac”, la multinacional dificultaba a otras cadenas como ellos, expandirse hacia el Reino Unido o el resto de Europa.
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El crecimiento no era el único motivo para iniciar este proceso legal, pues en entrevista para el diario The Telegraph, Pat McDonagh, director general de Supermac’s, declaró que:
“El objetivo original de nuestra solicitud de anulación era arrojar luz sobre el uso de la intimidación de marcas por parte de esta multinacional para sofocar la competencia”.
Previamente McDonald’s también había registrado el nombre de “SnackBox”, utilizado por Supermac’s para una de sus más reconocidas promociones. Esta acumulación de prácticas llevó a la cadena irlandesa a emprender acciones legales con las que, en el papel, tenía pocas posibilidades de salir victorioso… hasta el pasado miércoles 5 de junio cuando la historia cambió.
Inicialmente la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO, por sus siglas en inglés) había admitido la solicitud de Supermac’s; sin embargo, tras una apelación McDonald’s retomó la protección del nombre “Big Mac”.
No obstante, siete años más tarde del comienzo de este litigio, el Tribunal General de la UE (TGUE) emitió un comunicado con una nueva resolución. En ella, la cadena norteamericana tiene prohibido llamar “Big Mac” a sus hamburguesas de pollo y solo lo podrá hacer con aquellas cuya proteína sea carne de res.
El organismo aseguró que la compañía global pudo haber hecho mejor uso de la marca en los cinco años previos. Cabe destacar que las hamburguesas de pollo suelen ser llamadas “McPollo” o “McCrispy”, al menos en Europa.
Tras este anuncio, se abre la puerta a que otras empresas puedan referirse con el término “Mac” a sus productos hechos a base de aves.
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McDonald’s aceptó el fallo asegurando que esto no afectará al uso de “Big Mac” que suelen tener, al menos en territorio europeo.
Remarquemos que esta situación únicamente tiene validez en los países que conforman la Unión Europea, pues tras el Brexit, la batalla en Reino Unido aún sigue en los tribunales en espera de una resolución.
La propiedad intelectual es un tema recurrente por el que McDonald’s llega a los tribunales. Para algunos es una simple defensa de su legado, para otros se trata de prácticas monopólicas; lo que es una realidad es que el pleito con Supmermac’s no es el primero y, seguramente, no será el último.
En alguna ocasión la cadena estadounidense logró que el empresario Norman McDonald, cambiara el nombre e imagen a su negocio, al cual había llamado “McDonald Hamburgers: Country Drive Inn” y al que le colocó unos arcos dorados para hacer aún más referencia al gigante de los restaurantes.
Tras el juicio, al dueño de aquel restaurante, tienda de abarrotes y gasolinería, no le quedó de otra más que rebautizarlo y ser “Norman McDonald Drive In”.
En los años 90 se vio un caso similar cuando Elizabeth McCaughey tuvo que abandonar el nombre “McCoffee” con el que se conocía a su cafetería y que hacía alusión a su apellido y el producto principal que vendía. McDonald’s inició una demanda que llevó a la emprendedora a ceder ante la compañía multinacional.
El revés que sufrió McDonald’s podría no tener un mayor impacto en la compañía; sin embargo, para los rivales es un logro importante que impulsará la competencia.