



En las últimas semanas, dos proyectos artísticos se han vuelto virales y están en boca de todos, nos referimos al cortometraje “Johanne Sacrebleu”, y al intérprete, Macario Martínez. Y es que luego de que sus propuestas comenzaran a circular de forma masiva en redes sociales, les han llovido una serie de ofertas que escalaron a niveles inimaginables.
En 2024 se estrenó la polémica película musical francesa, “Emilia Pérez”, que pese a recibir ovaciones y condecoraciones en festivales como Cannes o premiaciones como los Globos de Oro, en México fue duramente criticada.
Entre los principales argumentos en contra del largometraje dirigido por el francés, Jacques Audiard, que narra la transición de género de un importante jefe de un cártel mexicano, se encuentran la manera tan superficial y la ligereza con la que aborda temas delicados como el narcotráfico o la desaparición de personas, así como los estereotipos sobre la cultura del país. El director también fue severamente criticado por reconocer que no investigó a México, nación en donde se desarrolla toda su historia.
Los usuarios de redes sociales han revivido controversiales comentarios como el del propio Audiard quien aseguró que “el español es una de las lenguas de países emergentes, en desarrollo, de modestos, de pobres y de migrantes”. Karla Sofía Gascón, protagonista de la película, también fue expuesta por comentarios ofensivos y hasta racistas publicados años atrás en X (antes Twitter).
Ante todo este panorama, la activista trans, Camila D. Aurora, decidió crear un cortometraje como respuesta a esta película. En él, recurrió a referencias estereotipadas y caricaturizadas de Francia, tales como mimos, ratas, baguettes, bigotes y más.
“Johanne Sacrebleu”, como tituló su obra, se convirtió en uno de los fenómenos virales del momento y a tan solo tres semanas de su publicación en YouTube, ha acumulado más de 3.1 millones de reproducciones. El video ha recibido un apoyo abrumador y lleno de humor, con respuestas como:
Su viralización no solo se quedó en Internet, trascendió fronteras y formatos. Medios de franceses han escrito sobre esta obra mexicana “homenaje” al filme lleno de clichés de Audiard, “Emilia Pérez”. Además, este 14 de febrero, el cortometraje de Camila llegó a la pantalla grande gracias a Cinedot, quien la estará exhibiendo hasta el 20 de febrero.
La directora recientemente dio a conocer que habrá una segunda parte de “Johanne Sacrebleu” y señaló que ya se encuentra en proceso de filmación, su estreno se espera para finales de este mes.
Al igual que “Johanne Sacrebleu”, otro de los grandes fenómenos virales fue Macario Martínez, un compositor quien se dio a conocer a través de TikTok. El joven barrendero de la Ciudad de México subió a finales de enero un clip mientras hacía sus labores de diarias, pero con una de sus composiciones de fondo.
El video comenzó a circular rápido en la plataforma y a atraer miradas, incluidas la de una estación de radio quien invitó al artista emergente a promocionar su música. El alcance que tuvo el video de Macario también hizo que distintos medios se interesaran en su historia y lo entrevistaran.
En menos de un mes y gracias a que el Internet hizo su labor, el joven barrendero dio su primer concierto, organizado por el Instituto Mexicano de la Radio (IMER). Su primera presentación superó expectativas pues el lugar estuvo abarrotado, entre los asistentes destacó la presencia de sus compañeros del servicio de limpieza de la CDMX.
@macariomartinezmusica Hola gracias por escuchar #cdmx #musica #artistaindependiente #indie #folk ♬ sueña lindo, corazón – Macario Martínez
El compositor de “Sueña lindo, corazón” ha anunciado que dejará su trabajo limpiando calles para dedicarse por completo a su sueño de perseguir una carrera en la musical. Y es que, a sus 23 años, el panorama para el originario de Veracruz es halagador pues apenas hace unos días se dio a conocer que tendrá una participación en uno de los festivales de música más importantes de México: el Vive Latino.
Las historias virales de Macario Martínez y “Johanne Sacrebleu” son un claro ejemplo del poder que tiene el Internet en la actualidad. Así como se han hecho virales a personajes de dudoso actuar, también ha dado el reconocimiento a talentosas mentes como la de Camila y el joven barrendero.
Su historia ha inspirado a muchos a perseguir sus sueños, pues con ayuda de las redes sociales, podrían conseguir un sinfín de oportunidades.
En la era digital, los fenómenos virales no solo entretienen, sino que también dejan enseñanzas profundas sobre la sociedad, la empatía y la creatividad. Dos figuras recientes han capturado la atención del mundo por razones completamente distintas, pero con un impacto igualmente poderoso: Macario, el hombre que demostró la importancia de la gratitud y la humildad, y Johanne Sacrebleu, la mente brillante detrás de una visión que transformó la percepción del arte y la vida.
Tanto Macario como Johanne Sacrebleu lograron conectar con millones de personas porque fueron genuinos. En un mundo saturado de contenido artificial, su autenticidad los hizo destacar y resonar con las emociones del público. La lección aquí es clara: no hay nada más poderoso que ser fiel a uno mismo.
Macario nos enseñó que un gesto tan simple como la gratitud puede cambiar vidas, mientras que Johanne Sacrebleu demostró cómo una idea creativa puede sacudir el mundo del arte y la cultura. No se necesita una gran plataforma o millones de seguidores para hacer la diferencia; basta con un mensaje poderoso y auténtico.
Nadie puede predecir exactamente qué se volverá viral, pero lo que permanece en la memoria colectiva son los valores y la historia detrás del fenómeno. Tanto Macario como Johanne Sacrebleu lograron tocar el corazón del público porque sus mensajes trascendieron lo efímero del internet y dejaron un impacto duradero.
Lo que hace que estos personajes sean tan fascinantes es que no eran celebridades ni figuras públicas antes de su explosión mediática. Su historia demuestra que cualquiera, desde cualquier rincón del mundo, puede ser una fuente de inspiración para millones.
Si bien las redes sociales suelen ser criticadas por su negatividad, estos casos prueban que también pueden ser una herramienta de cambio positivo. Cuando una historia conecta con la audiencia, la comunidad se encarga de difundirla y amplificar su impacto.