“Una marca que transforma los zapatos en un micrófono”.
Así es como define Ariel Bacal, cofundador de Blanx, una marca de sneakers que busca ser el medio para expresar problemas sociales.
Hoy en día, hablar de racismo, sexismo, medioambiente, migración, feminismo o cualquier otro tema relevante, se puede hacer a través de foros, un blog, incluso un post en las redes sociales, pero sabemos cómo acaban este tipo de “debates”: lleno de odio y sin realmente un fundamento que sustente la posición del individuo.
Blanx, nace de la idea de poder expresar un sentir y que se abra a la conversación, un generador de discusiones inteligentes y conversaciones con propósito. En entrevista exclusiva para Emprendedor.com, Ariel Bacal explica que “más que una compañía de sneakers o fashion, somos un distribuidor de contenidos, una plataforma para que los artistas se expresen. No solo compartan sus obras, sino que digan su mensaje a través del calzado”.
Este emprendimiento es el resultado del trabajo en conjunto de Alfredo Corttin y Ariel Bacal. Dos amigos que se conocieron mientras estudiaron su EMBA del Kellogg Northwestern en el campus de la Universidad de Miami. Ambos son latinos, Alfredo venezolano y Ariel de Colombia, quisieron que su segunda casa de negocios fuera México.
¿Cómo surgen las ideas? Mientras el colombiano Ariel, viene de una tradición en el negocio del calzado, Alfredo se especializa en publicidad, sin embargo, no fue hasta que se dieron cuenta del potencial de sus conocimientos durante una reunión informal (protagonizada por un par de cervezas) en el campus de la universidad. Allí les quedó muy claro que al juntar sus saberes iba a nacer Blanx. “Storytelling, marca y arte”.
Para Ariel es claro que el zapato ha sido toda la vida un medio de autoexpresión. “Uno puede tener una camisa blanca, unos jeans y un par de zapatos rojos, así tu principal foco de atención es el calzado. Por eso lo elegimos, es como mejor te comunicas”.
“Ya lo dirán los sociólogos o antropólogos, el calzado es medio de autoexpresión. Desde que usas unos Louis Vuitton, con esos inmensos tacones con suela roja, unos Crocs o Vans, eso dice mucho de ti”.
Existe una linea muy delgada que puede confundir tanto a empresas como a consumidores, entre lo que es autoexpresión y un ‘panfleto’, como lo denomina Bacal. “Salir a calle con una playera que diga ‘fuck you’ no es autoexpresión es un panfleto. La primera es más sutil, es arte. Eso es lo que buscamos. SI lo hubiéramos hecho con jeans, no tendría sentido”.
“Es muy fácil hacer un panfleto, es muy difícil hacer una obra de arte”.
No obstante, los fundadores también saben que los sneakers pasaron a ser objetos de deseo comerciales. Este mercado, está valorado a nivel mundial en más de 79 mil millones de dólares en 2020 y se espera alcance los 120 mil millones en 2026, de acuerdo con datos de Statista. Entonces, se puede considerar un negocio muy redituable.
La industria de los sneakers se sigue consolidando, los consumidores se decantan por modelos exclusivos de reconocidos diseñadores, así como las colaboraciones con piezas limitadas. Todos quieren tener un par único en su clóset.
El boom en este tipo de calzado no es fortuito, viene desde la idea de Ariel de expresarse, de tener una identidad. Lygaya Salazar, curadora de la exposición ‘Sneakers Unboxed: Studio to Street’, en el Museo del Diseño de Londres dijo a CNN que “los jóvenes, en su mayoría procedentes de diversos barrios del centro de la ciudad son los que han convertido los tenis en lo que son hoy”.
Actualmente, los sneakers son subastados por millones y se tratan justo como los ve el emprendedor: como arte. Así que no es de extrañar que se compaginen estas ideas en un proyecto de negocios.
Ariel de 45 años conoce muy bien al mercado mexicano, ya que su familia en Colombia tiene tres generaciones en la industria, más de 100 años en fabricación, exportación, retail y hasta catálogo.
Blanx es orgullosamente fabricada en México, sin embargo, se consideran una marca mestiza. “Esta tiene la nacionalidad de la audiencia a la que representa. En nuestro caso, nosotros tenemos colombiana, mexicana, venezolana, latinoamericana y eventualmente global”, comenta el emprendedor.
¿Cómo funciona Blanx? Ellos actúan como una galería. Definenen los temas y el tono de cómo quieren tratarlos. Empiezan a buscar artistas y colaboradores, entonces hacen un ganar-ganar, para todos mientras trabajan en conjunto para que el sneaker se vea bien visualmente y que exprese su forma de ver la temática. Luego utilizan las plataformas para mostar el resultado al público, como Instagram, Facebook, Pinterest, la página web, entre otras. “Vamos al mercado con el concepto bien mostrado y explicando lo que el artista quiere comunicar”.
Más que colecciones, Blanx habla de Olas de contenido. La primera abordó diversos temas en paralelo como el cambio climático, igualdad de género, migración y diversidad. Han trabajado con artistas como Erre, Dr. Alderete, Mónica Bergna, Lorbus, Peter Odor, Guillermo Flores y Raymundo Rincón.
Sin embargo, para las siguientes se enfocaron en temas específicos. La segunda Ola es ‘Mestiza’, un homenaje con orgullo a la cultura y herencia latina. Mientras que la tercera es ‘I Matter’, una línea que comunica la problemática del racismo desde la visión de artistas afroamericanos y un africano.
Tenemos el ejemplo de muchas marcas en el mercado, que se suben a los problemas sociales y lanzan productos o campañas para “concientizar”, pero no crean un cambio verdadero, se queda en las palabras, y aunque estas tengan un poder inmenso, no es suficiente. Pareciera que es para quedar bien con los consumidores, por ejemplo en el Mes del Orgullo LGBTQ+, al cual llamamos rainbow washing. Ser una marca socialmente responsable va más allá de pintarla de colores.
Justo eso es lo que transmite Blanx en su mismo modelo de negocios. Aproximadamente un 25% de las utilidades de las ventas se va al artista y el otro 25% a la causa. En la primera Ola, la compañía apoyó directamente al Instituto para las Mujeres en Migración (IMUMI). “Consideramos que las empresas son ciudadanos y tenemos que tener claro que no solo está la obligación de expresar lo que está mal, sino hacer algo”, menciona Ariel para Emprendedor.com. Además, las piezas son realizadas por una empresa familiar en San Francisco del Rincón, Guanajuato.
“Nosotros decidimos crear una marca que se comporte como un buen ciudadano, el cual es aquel que no solo está pendiente de cómo estás tú y tus seres queridos, sino la humanidad en general. Hacer zapatos, todos pueden, pero hacer una empresa que aporte a la sociedad por lo menos un poco en la discusión y la distribución de los recursos es algo que nos enorgullece”, concluye el emprendedor.
Blanx está dirigida a la generación Z, millennials y late millennials, que justo buscan un diferenciador en las marcas que consumen, ese “algo más” y que tengan la necesidad de expresentar su sentir social. Encuentras los sneakers en su página web, Amazon y en la tienda física de Stush.
“El micrófono lo tienen los artistas. Blanx es una plataforma para que ellos se expresen”.
