Todo emprendedor en alguna medida tiene que aprender a arriesgarse y la pregunta es: ¿cómo dimensionas el tamaño del riesgo? Y cuando tu emprendimiento llega a poner en peligro tu vida eso ya es un extremo.
La expedición a los restos del Titanic es una forma de emprender de OceanGate, una empresa que desarrolla tecnología que le permite al ser humano explorar las profundidades del mar que son más inaccesibles que el mismo espacio. Esto sólo se logra con financiamiento de millonarios.
En su afán de ir más allá de los límites de lo establecido y romper hitos como ir al espacio o al fondo del océano, los emprendedores tienen que invertir grandes cantidades de dinero y hacen cosas arriesgadas.
Por ejemplo, lo que sucedió en 2014 cuando explotó una nave espacial de la empresa Virgin Galactic del multimillonario Richard Branson. Era un vuelo de prueba en California, Estados Unidos, en el que murió uno de los tripulantes y otro quedó con heridas graves.
Hoy el caso más claro es OceanGate que no tenía otro submarino igual porque es muy costoso construirlo. En donde la gran hazaña es entrar al mar dentro de un sumergible sometido a una presión tan fuerte y bajar a los restos del Titanic que se encuentran a 4,000 metros en el fondo del océano atlántico; y luego volver a la superficie ilesos.
En Emprendedor.com entrevistamos a Jorge Zavala, ingeniero eléctrico transformado en matemático que evolucionó a un desarrollador de negocios involucrado en nuevas empresas de alta tecnología.
“A raíz de toda la búsqueda que hubo del Titán nos dimos cuenta del amplísimo desconocimiento que tenemos de lo que es nuestro planeta. Tenemos mapas de la luna, pero no sabemos cómo son las profundidades marinas”, asegura el también director de la empresa Latteware.
Lo que le llamó muchísimo la atención a Jorge Zavala es que a dos kilómetros de distancia de la superficie no puedas tener buenos sistemas de radiocomunicación. Pues él daba por hecho de que existían y que eran de excelente calidad y súper sencillos.
Yo vivo en Estados Unidos y lo que se está mencionando en las noticias es que lo que pasó con OceanGate va a frenar el desarrollo hacia el mar. Pero más bien la pregunta que yo haría es: ¿o va a estimularlo? Porque una de las cosas que debemos tomar en cuenta es que el emprendedor lo que busca son problemas no resueltos.
Jorge Zavala y desarrollador de negocios.
Jorge Zavala ha puesto en marcha más de 10 empresas de tecnología en México y Estados Unidos enfocadas en solucionar problemas. En los últimos 17 años ha residido en Silicon Valley, sobre el cual publicó el libro “Think like Silicon Valley being anywhere” , donde comparte cómo las grandes empresas nacen en un lugar multicultural.
“Hoy múltiples emprendedores están saliendo hacia el mar o el espacio como una oportunidad de crecimiento. Ahora vemos cosas increíbles. Space X de Elon Musk, diseña, fabrica y lanza los cohetes y naves espaciales más avanzados del mundo. Y Jeff Bezos con la visión de que en un futuro millones de personas vivirán y trabajarán en el espacio creó Blue Origin que trabaja en el desarrollo de transporte reutilizable que es seguro y de bajo costo”, explica.
La gran pregunta es ¿cómo direccionar toda esa energía de los emprendedores y emprendedoras? “Las personas pueden creer que de alguna forma todo está resuelto en la tierra y no es cierto. Tenemos muchísimas oportunidades. Y no se trata de que la gente tenga cierto poder económico. Hoy Platzi, una plataforma de educación acaba de lanzar al espacio un satélite hecho por sus alumnos”.
Hay que llevar esa visión de que no debes tener todo el dinero para explorar el mar, que es un espacio gigante para poder desarrollar -agrega Jorge Zavala-. Pero el emprendedor debe estar seguro de que está haciendo bien las cosas y con dedicación. Tiene que aprender a escuchar.
Cuando vas a llegar al límite de lo posible y lo imposible aquí entra un factor que en alguna medida es el mejor ejemplo. El fundador de OceanGate estaba en el barco. Él mismo estaba dispuesto a ser parte de la exploración. Lamentablemente, la experiencia no terminó bien.
Jorge Zavala, autor del libro Think like Silicon Valley being anywhere.
Al final de cuentas, quizá algo similar pasó cuando Cristóbal Colón quiso venir a América. Probablemente muchos barcos también se perdieron en el camino y hubo muchas situaciones del mismo tipo. Sin embargo, hay que entender que eso es parte de la naturaleza humana; que cuando se quiere descubrir algo nuevo siempre hay un riesgo.
“Realmente los emprendedores deben ser valientes y tener ánimo. Hay mucho que explorar. ¿Quién va a organizar expediciones en Cozumel, Puerto Vallarta o Sayulita? No porque algo sea peligroso no se puede hacer; más bien hay que saber cómo hacer lo riesgoso”, concluye.
