



Las mujeres repartidoras de aplicaciones como Uber Eats, DiDi Food y Rappi ganan menos dinero que sus contrapartes varones, pero sufren más discriminación y acoso. Así lo reveló el estudio “Este futuro no applica” de Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig).
Mientras que un repartidor hombre gana 2,562 pesos por semana, una repartidora recibe en promedio 2,137 pesos, es decir 425 pesos menos. Esto significa que por cada 100 pesos que perciben los repartidores, las repartidoras perciben 82 pesos.
Otro de los resultados del informe la Oxfam, el 15% las mujeres repartidoras encuestadas señaló haber recibido acoso en los mismos negocios donde recogían los pedidos, en tanto el 11% se dijo agredida por el consumidor.
Janet, 52 años, reveló a la Oxfam: “Un cliente, le fui a entregar y sale con su miembro de fuera, nada más me quedé sin saber qué hacer. Después de que se lo entregué, me retiré de la puerta y hablé a soporte para reportar al cliente y que lo vetaran porque no es correcto”.
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Por otro lado, las mujeres repartidoras encuestadas mencionarn que en ocasiones los clientes y el personal de los restaurantes las desprecian por portar una mochila y andar en la calle. El 40% dijeron que al menos una vez se les ha negado el uso del sanitario en algún restaurante o plaza por ser repartidoras.
Todas las mujeres encuestadas reportaron que hay una o más personas que dependen de ellas económicamente, el promedio es de 2.6 dependientes.
La principal motivación de las mujeres para ingresar al reparto con aplicaciones es la flexibilidad de horarios (44% señalan esta razón, frente a 32% de los hombres). La razón es la carga de trabajo de cuidados no remunerado que recae desproporcionadamente en las mujeres, ellas dedican 21 horas a la semana a las labores domésticas y el cuidado de personas dependientes, frente a las 12 horas a la semana que dedican ellos. Dado que no tienen acceso a servicios públicos de cuidado el 34% de las repartidoras trabajan acompañadas de sus hijos o hijas y el motivo principal que reportan en la encuesta es que no hay nadie más que se encargue del cuidado de niños y niñas.