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20-06-2022, 10:16:06 AM

Las 5 verdades que me han dejado 10 años como emprendedor

Todo viaje, sin importar su duración, deja sus aprendizajes. Te comparto mi experiencia tras una década como emprendedor.

© Austin Distel vía Unsplash

Un poco más de 10 años han pasado desde que inicié mi camino emprendedor. Diez años de dudas, de miedos, de aprendizaje, de victorias, de fracasos, de alegrías y de decepciones.

Yo empecé en el mundo emprendedor cuando tenía 20 años, todavía me encontraba en la universidad. Ha pasado tanto tiempo que me parece inconcebible que este viaje haya empezado desde ese entonces.

5 verdades que me han dejado 10 años como emprendedor

Todo viaje, sin importar su duración, deja sus aprendizajes, y uno de 10 años deja lecciones muy valiosas que hoy te comparto:

1. Fracasarás en algún momento

Mi viaje inició por idea de un grupo de amigos que buscaban emprender un negocio. Yo realmente acabé ahí porque ellos me consideraron apto para ayudarlos. De hecho, nos inscribimos en un programa de incubación para que nos guiaran en el proceso.

Los meses pasaron y yo aprendí mucho. Me quedé picado; realmente me había interesado en el tema de iniciar y ejecutar una empresa. Era emocionante y esperanzador. Desafortunadamente, la idea de negocio nunca prosperó. Pero fue una experiencia que cambió el rumbo de mi futuro.

Mi primer intento fue un fracaso total. ¿Por qué? Yo lo resumiría en falta de compromiso. Y así como yo fallé en construir mi primera empresa puede que tú también falles. Probablemente llegues más lejos en tu primer intento que esos cuatro universitarios que dejaron su potencial negocio por ligeras complicaciones. Pero todo emprendedor, eventualmente, tropieza por una u otra razón. El fracaso nos persigue, es cuestión de tiempo. Lo mejor que puedes hacer es aceptar la idea que fallarás, y que eso está bien. El fracaso nos hace aprender. No es prudente creer que siempre tomarás las decisiones correctas y evitarás todo fallo posible.

Acepta los fracasos en tu camino, aprende de ellos y nunca te los tomes a pecho.

2. Emprende desde tu pasión

En los últimos semestres de mi carrera universitaria me inscribí en varias clases de emprendimiento. Y en función de eso decidí formar mi propia empresa en 2013. ¿De qué era la empresa? Era un apresurado y desorganizado esfuerzo de unir mi nuevo amor por el emprendimiento y las Tecnologías de Información (lo que estudié): una agencia de consultoría para pymes; quería llevar los beneficios de las Tecnologías de la Información (TIC) a empresas que desconocían su potencial.

Fueron 3 años de intentar crecer una empresa con un modelo de negocio que parecía simple de ejecutar, pero con el cual nunca encontré la fórmula para convertirlo en un éxito; y todo por una simple razón: no estaba tan inmerso en ello. Eso fue lo que descubrí en 2016, algo no estaba haciendo ‘clic’ en mi interior. Estaba desencantado con las TIC, a pesar de haber estudiado y haber fundado una empresa de ello. Realmente no sentía pasión en mi trabajo.

¿Dónde terminaría encontrando esa pasión? En escribir y hablar en público.

Para entender esto hay que remontarnos a finales de 2012: con todo el conocimiento que obtuve rápidamente al emprender una idea de negocio y las clases especializadas que tomé, decidí impulsar una pasión que tenía desde niño: el escribir. Abrí un blog y empecé a redactar todas mis opiniones, impresiones y experiencias del mundo del emprendimiento.

A finales de 2013, alguien me sugirió que escribiera un libro. Así me convertí en un autor publicado. Pero lo más importante fue que hacer esto me abrió la puerta al mundo de las conferencias. En los siguientes años recorrí varias ciudades, universidades y comunidades compartiendo no sólo mis libros sino también mis ideas y mi camino emprendedor. Y eso me llenaba completamente.

Emprender es un trabajo. Y un trabajo no sólo debe recompensarte económicamente, sino también satisfacer un sentimiento de pertenencia, relevancia y significado. Un trabajo basado en tu pasión puede darte esto. La pasión por tu negocio te ayudará en los momentos de problemas, te alentará a seguir a pesar de los obstáculos y te aligerará las incontables horas de trabajo duro.

Descubre tu pasión e idea un negocio alrededor de ella. Me lo agradecerás.

4. Las crisis siempre llegan cuando menos las esperas

Al encontrar mi pasión decidí dejar de lado mi empresa. Cerré. Me dije: “Ya no más de esto.” Fue la decisión correcta en ese momento. Lo sentía. Estaba seguro de que mi camino ahora era exponer mis ideas en más libros y más conferencias, con las cuales podría motivar y enseñar un poco del mundo emprendedor a cualquiera que tuviera esa chispa y curiosidad por dar el primer paso. Pude verlo claramente…

Pero en la vida nada es fácil. No quiero abrumarlos con los detalles, pero los años entre 2016 y 2018 fueron brutales para mí. Terminé enfrentando una crisis que partió mi espíritu. Desarrollé un miedo a mi camino, y por mucho tiempo me quedé quieto, inmóvil, paralizado.

No obstante, hice pequeños intentos durante esos años para lograr ser reconocido como escritor y orador; seguí compartiendo contenido para emprendedores en el blog y di conferencias donde me daban la oportunidad y cuando mi salud me lo permitía. Llegué a un punto en que pensé que me estaba acercando a una estabilidad física y profesional, podía ver la posibilidad de salir del agujero.

Pero a finales de 2019 viví una recaída, de nuevo me encontraba batallando con una crisis que devoraba mi deseo de seguir creciendo. Pareciera que mi cuerpo me trataba de decir algo o al menos me preparaba para lo que todo el mundo iba a sufrir los siguientes años.

¿Por qué te comparto esto? Porque quiero que sepas que la vida es inesperada y que no debes descuidar tu vida. Solo porque hayas encontrado tu pasión no te hace exento de trabajar duro, de fracasar y de tener que preocuparte por otras áreas de tu vida. En mi caso, fue mi salud la que se vio afectada. Debes estar atento, y tratar de sobrellevar las crisis lo mejor posible. Puede que sean inevitables, pero debes de tener una actitud perseverante frente a ellas. Sin importar cuándo lleguen.

5. En toda incertidumbre hay oportunidad

2020: Bendita (con M) Pandemia. El mundo se paralizó por completo.

Irónicamente, la crisis mundial hizo a mi crisis desvanecerse poco a poco. Pasaban los meses y yo me sentía más confiado en reponerme. Pero la contingencia siguió alargándose y alargándose. Todos fuimos tomados descuidados. Un par de meses terminaron siendo más de un año entero.

Pero cuando existe incertidumbre existe oportunidad.

Mi oportunidad fue pulir mi oficio. Tomé cursos sobre copywriting, escritura creativa, discurso público y hasta cree un boletín informativo para la gente con la que tuve contacto en todos mis años como emprendedor. Creí que la gente podía necesitar palabras de aliento y aprendizaje en momentos tan difíciles. Y estaba en lo correcto. Encontré nuevas maneras para compartir mis ideas, escritos y profesión. Y es así en todas las crisis. Siempre hay un área en donde la oportunidad de crecimiento existe. Como se dice: “se compra cuando los mercados van a la baja.” Aprovecha los momentos de cambio.

Y ahora nos encontramos en el último tramo del 2021, ante el inevitable mundo pospandemia. Y el camino emprendedor parece haber encontrado su destino. No podría escribir con exactitud lo que me espera, sólo sé que debo tener confianza y prepararme. En caso tuyo lector, sólo puedo dejarte una lección más como agradecimiento por llegar hasta aquí:
No estás sólo y no deberías estarlo.

No te sientas sólo. Muchos emprendedores que hemos triunfado y/o fracasado nos hemos sentido solos. El camino emprendedor tiende a ser solitario. Pero solo se siente así, porque realmente no lo debería ser.

Muchos de mis esfuerzos como emprendedor fueron en solitario, especialmente cuanto más envejecía. Pero hoy te digo, con toda sinceridad, que deberías evitar transitar el camino sólo. No empieces a emprender por tu cuenta, busca un mentor, alíate con gente que le pueda interesar tu idea de negocio, busca convencer a amigos, compañeros de escuela/trabajo, etc. Es mejor para tu idea y para ti.

Dos cabezas piensan mejor que una, y tres mejor que dos, y así sucesivamente. No celes tu idea. No cierres tu mundo.

Las opiniones y consejos de otros pueden nutrir tu idea. No tiene nada de malo no saberlo todo. Permítete aceptar no saberlo todo. Los emprendedores no tienen porque ser todólogos. No funciona así. El ecosistema emprendedor es vasto y le da bienvenida a todos.

Te lo repito: No estás solo.

Emprendedores
autor Cristopher Ramírez es redactor de contenidos, autor en emprendimiento y conferencista. Amante del baloncesto e incansable estudioso de la estrategia.