



Las sardinas enlatadas son parte fundamental de la canasta básica de los mexicanos ya que son versátiles, duran bastante tiempo en almacenamiento, son muy nutritivas y son económicas.
Sin embargo, no todas las sardinas enlatadas tienen la misma calidad pues a veces no cumplen con el etiquetado correcto, no contienen la cantidad anunciada de producto o tienen ingredientes inesperados como vísceras y cola.
En su edición de diciembre, la Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó 47 tipos de sardinas envasadas con diversos recubrimientos: Aceites vegetales (oliva, soja y girasol), salsas de tomate y chiles y adobo.
Estas marcas serán retiradas del mercado porque contienen menos de lo que afirman:
Como explica Profeco, hay varias características a tener en cuenta a la hora de elegir un buen producto: