Emprender puede ser muy duro. Aquí van algunos puntos para que no le grites a la almohada en las noches: “Aaaaah, maldita frustración”.
Una de las materias que deberían dar en la escuela -junto con “¿Qué es el SAT y por qué le tengo que dar mi dinero?” es “No te lo tomes personal”. Esta clase nos permitiría gestionar mucho mejor la frustración que implica los “no” o la incertidumbre de “Déjame pensarlo”, “Ahorita no, joven”, “Te buscamos después”; o el desconcierto de contestar a “Qué bonito, ¿por qué tan caro?”
Cuando emprendemos nos convertimos en un centro de gestión de recursos: desde las finanzas hasta los recursos humanos; las compras y las ventas; atención al cliente y nuestra propia expectativa de metas a lograr en el día. Aquí van algunos puntos para que no le grites a la almohada en las noches: “Aaaaah, maldita frustración”.
3 pasos para lidiar con la frustración
1. Paciencia contigo (y con los demás)
Todos los reportes y estudios coinciden que hay un repunte de ansiedad y estrés, lo que nos hace menos pacientes y “explotamos” más rápido. La solución está en tu propio cuerpo y tomar conciencia de: la respiración, la posición de tu espalda o si estás contrayendo la mandíbula. Todo eso son señales de que necesitas una pausa, tomar agua, dar una caminata corta, ver tu meme favorito: lo que te ayude a romper la tensión y seguir tu día.
2. Comunicación asertiva
Se trata de despersonalizar la situación “es que tú eres”, “es que siempre”, “es que nunca” y centrarnos en los hechos. Esto ayuda particularmente en los contratos o en las condiciones de servicio, para dejar con claridad a qué nos estamos comprometiendo con los clientes o los proveedores. También ayuda a detectar posibles conflictos y tener espacio para ofrecer una solución.
3. Escucha a tus clientes
Hay dos formas de gestionar las sugerencias: desecharlas o tomarlas en cuenta. Y los clientes lo saben. Optar por lo primero es irnos rezagando en las mejores hasta que se vuelven problemas o crisis que pudimos haber evitado. Lo segundo, nos permite entender las expectativas de nuestro negocio. La clave para una buena gestión de sugerencias es no tomárselo personal y hacer los ajustes que son realizables, medibles y realmente tienen un impacto positivo. Si una crítica se repite constantemente, es una señal de que necesitamos hacer una revisión a fondo.
Aunque los emprendedores tienen como una de sus características principales la resiliencia, también es importante reconocer la importancia de nuestra salud tanto física como mental. Cuando emprendemos, necesitamos estar en nuestra mejor condición para poder materializar nuestro objetivo, cumplir nuestros sueños e impactar positivamente a nuestra comunidad.