Jorge Cueva ‘Mr. Tempo’ es un empresario mexicano radicado en Estados Unidos que ha participado en la apertura de más de 140 restaurantes. Hoy es dueño de ‘King & Queen Cantina’, además de Mr. Tempo en locaciones como Hollywood, Santa Mónica, San Diego, Valle de Guadalupe y La Paz y un nuevo negocio de mariscos en Mazatlán, Sinaloa. En su cuenta de Instagram @mr.tempo suele compartir algunos consejos para emprendedores a manera de Reels.
Nunca tienes que hablar a espaldas de los otros. Los humanos somos cobardes por naturaleza. A veces, tienes un problema con alguien y a todos les dices menos a esa persona.
Hay que decirles en su cara a los demás los errores que cometen. Hay que tomar decisiones y no quitarnos el poder. Si todo el tiempo dices “te lo digo porque el jefe lo ordena”, te estás quitando el poder a ti mismo.
Cada vez es más difícil encontrar gente que no pone excusas y da resultados. Si yo me tomo el tiempo de capacitar a mis gerentes, ellos tienen la obligación de hacer lo mismo con sus empleados. Se crea una cadena de inspiración y conocimiento.
En mi restaurante tengo sushi, tragos, mariscos, cortes de carne y juego con ingredientes asiáticos y los hago mexicanos. O sea, tengo para todos los gustos y así no tengo competencia. Nunca pongas todos los huevos en la misma canasta. En mis restaurantes son bienvenidos todas las personas y hago promociones, porque tengo que tener precios para todos los bolsillos. Un cliente al que le cobras caro sin justificación siente que abusaste de su confianza y nunca te lo perdona.
Igual que en la política, la culpa no es del pueblo. Por eso tampoco los errores del personal son culpa de ellos, sino de los líderes que no saben guiarlos. Si tú les creas el hábito de hacer bien las cosas, no sabrán otra forma de hacerlo. En mis restaurantes, todos los empleados tienen que lavar los platos aunque sea una vez por semana, para que valoren el trabajo de quienes lo tienen que hacer diario. Nunca llega nada sucio a las mesas, que representaría nuestra peor carta de presentación.
A diferencia de otros emprendedores, a mí me gusta invertir en mi nómina. Siempre me dicen que tengo demasiados empleados, pero lo que no ven, es que entre más empleados tengo, más vendo. Porque esa fue mi meta cuando yo era mesero, romper cada día mi propio récord para llevarme más dinero a mi casa.
Yo tengo grupos de WhatsApp, como 30, con mis empleados de todas las sucursales. Dependiendo de tu jerarquía estarás en uno o en otro. Cuando cometen errores, lo hago patente en todos los grupos y cuando lo hacen bien, también los felicito públicamente. De esta manera, los errores no se repiten y las buenas prácticas, sí.
Si quieres ser chingón, rodéate de chingones. Yo organizo brindis a los que invito a todos mis empleados, porque estoy convencido de que ellos son quienes se hacen los sacrificios más grandes. La cocina es el motor del restaurante.
Prefiero pagarles bien a 10 empleados top, que pagarles mediocre a 50. Esos 10 te van a sacar adelante el restaurante e inspirar a los demás. A los empleados hay que ascenderlos, inspirarlos. Si alguien es muy buen mesero, no lo quiero de mesero. Yo lo hago supervisor.
Esta estrategia se la copié a Seven-Eleven en Estados Unidos, ahí los policías siempre pueden tomar café gratis, así que los policías siempre están llegando. Pues en mis restaurantes la policía, los marines y cualquier autoridad pueden comer gratis. Tengo platillos —tacos, burritos y nachos— que no les cobramos, además de las bebidas sin alcohol.
Cuando abro un nuevo negocio, tiro todo lo que había antes. Compré uno muy viejo en Hollywood y para abrir el mío, no reutilicé la cocina, traje todo nuevo. ¿Por qué? Porque si después se descompone un horno, vas a perder tiempo y gastar dinero en cambiarlo. Lo mejor es comenzar con todo nuevo.
