



En el mundo de los negocios, uno de los nombres con más historia y reconocimiento a nivel mundial es el de Sam Walton, quien creara una de las más importantes cadenas de tiendas minoristas: Walmart. Con una marcada habilidad para los negocios, el empresario supo innovar y crear un concepto nuevo que conquistó no solo al mercado local sino al global.
Esta fue la inspiradora trayectoria de Sam Walton, quien desde pequeño comenzó a trabajar para ayudar a su familia, participó en la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo.
El 29 de marzo de 1918 nació en Kingfisher, Oklahoma, Sam Walton. Sus primeros años de vida tuvieron como escenario una granja, sin embargo, su padre decidió volver a su antiguo trabajo como agente hipotecario al ver que ese estilo de vida no generaría los ingresos suficientes para mantener a una familia en crecimiento.
Sam creció durante la Gran Depresión, situación que lo obligó a buscar distintas formas para apoyar financieramente a su familia: desde distribuir leche que el mismo ordeñaba de las vacas hasta repartir periódicos.
Durante su etapa escolar, el joven mostró perseverancia y dedicación pues no solo destacó en lo académico, sino también en el deporte. Además, fue presidente de su clase, estudiante de honor y recibió otros reconocimientos como “El chico más versátil”.
Con el claro objetivo de seguir apoyando a su familia, Walton decidió estudiar Economía en la Universidad de Misuri. Mientras cursaba la carrera, nunca dejó de trabajar en cuantas oportunidades le surgieran, incluyendo el ser mesero.
A tres días de salir de la universidad, Sam encontró una oportunidad laboral en la cadena de tiendas departamentales estadounidense, JC Penney. Por algún tiempo trabajó en aquel lugar hasta que lo dejó en 1942 para enlistarse al ejército y servir a su país durante la Segunda Guerra Mundial, ahí fue parte de una planta de municiones y de los cuerpos de inteligencia.
Su servicio militar terminó tres años más tarde, en 1945, y tuvo que regresar a la vida cotidiana que ahora era distinta pues en 1943 formó una familia con Helen Robson. Ya con ese compromiso de convertirse en proveedor, Walton se puso como objetivo tener su propia tienda departamental que tuviera la peculiaridad de también vender abarrotes o productos de limpieza.
Con apoyo de su suegro y sus ahorros, compró una franquicia de la cadena Butler Brothers en Newport, Arkansas. Walton aprovechó la oportunidad y demostró un enfoque innovador y una pasión por el servicio al cliente.
Fue así que implementó estrategias pioneras en el mundo del comercio minorista como la reducción de precios, horarios de atención ampliados, anaqueles llenos y variados, creación de una cultura empresarial centrada en los empleados o inversión en tecnología para optimizar la gestión de inventario y la logística.
La experiencia obtenida le permitió no solo ganar una gran cantidad de clientes leales, también sentó las bases para lo que sería su siguiente proyecto: Wal-Mart Discount City.
Walton estaba convencido de que había una gran oportunidad para crear una cadena de tiendas que ofreciera productos fabricados en Estados Unidos y a precios bajos. Con esta idea en mente, en 1962, inauguró su primera tienda Wal-Mart Discount City en Rogers, Arkansas.
El empresario tenía como objetivo de ofrecer a las familias de zonas rurales productos de calidad a precios competitivos, de ahí que sus tiendas estuvieran ubicadas en pequeños pueblos y no en grandes ciudades.
La primera tienda Walmart fue un éxito rotundo, por lo que Walton comenzó a expandir su negocio rápidamente. La compañía creció a una velocidad impresionante, y en 1967, la cadena ya contaba con 24 tiendas y alcanzaba los 12 millones de dólares en ventas anuales.
Además de los precios, la clave del éxito de Walmart fue su modelo de negocio basado en la eficiencia operativa. Y es que el empresario ubicó sus tiendas estratégicamente a un día de distancia de los almacenes regionales de Walmart, lo que les permitía ser más eficientes, usar su propio servicio de camiones y así lograr ofrecer precios bajos a sus clientes.
La historia de éxito de Sam Walton no fue resultado de una casualidad o de suerte, sino de una combinación de factores clave que lo posicionaron como un líder empresarial visionario e único:
A su muerte en abril de 1992, sus hijos heredaron el imperio y hoy figuran en la lista de las personas más ricas del mundo. La historia de Sam Walton sigue inspirando a miles de emprendedores que, al igual que él, buscan desarrollar el siguiente éxito comercial en el mercado.