



Por José Antonio Manzanero Escutia, presidente del Colegio Nacional del Notariado Mexicano
Los emprendedores exitosos dedican tiempo a la fase de planeación de su negocio. Una parte fundamental de esta primera etapa es conocer las implicaciones legales y fiscales del régimen empresarial que elijan para trabajar.
La legislación mexicana contempla dos formas fundamentales para establecer un negocio que satisfacen diferentes necesidades: persona física comerciante o empresario y la persona moral (una sociedad mercantil ).
Muchos emprendedores deciden arrancar su negocio como persona física, pues ello te permite emprender solo, requiere de pocos trámites e implica menos obligaciones fiscales y administrativas. Es importante señalar que no hay restricciones para convertirse en una persona moral cuando el negocio ha demostrado que tiene lo necesario para crecer, decides asociarte con alguien o por tener varios negocios prefieres que cada uno sea llevado por una sociedad diferente, para que cada uno tenga su propia contabilidad, sus riesgos, utilidades, pérdidas, trato fiscal, etc., por separado.
A continuación te presento algunos detalles importantes de cada régimen:
Antes de que decidas qué tipo de empresa necesitas, es importante que te asesores con un notario, quien podrá asesorarte sobre las ventajas que tiene cada empresa para tu negocio, así como las implicaciones fiscales y legales de cada caso.
Ahora que ya conoces las diferencias entre emprender como persona física o como persona moral, si quieres saber más sobre las figuras fiscales, te compartimos Tipos de régimen fiscal, ¿cuál es el mejor para ti?