Para algunos, la inteligencia artificial representa una amenaza para ciertos empleos o hasta para la misma seguridad de las empresas y usuarios.
Aunque suene a cliché, si hay una frase para descubrir lo que está pasando con la inteligencia artificial (IA) es decir que la vemos “hasta en la sopa”. En redes sociales, medios de comunicación, empresas de todo tipo y en todas las áreas, algunas están experimentando por primera vez con estas tecnologías. No obstante, de ningún modo es novedosa para las startups, desde que comenzaron a ser implementables los primeros programas impulsados por Machine Learning.
Al final del día, se trata de tecnologías habilitadoras que han llevado a las startups a automatizar procesos que van desde la detección de fraudes y robustecimiento de ciberseguridad; hasta el procesamiento de datos a una escala masiva o atención al cliente. Todo con el fin de mejorar la toma de decisiones como para afinar la oferta de la compañía.
Inteligencia artificial generativa y ChatGPT
Sin embargo, desde hace algunos meses hay un “nuevo” tipo de IA que ha reavivado el debate sobre los beneficios y riesgos que hay detrás de estas herramientas. Hablamos de la inteligencia artificial generativa, cuya exponente máxima—por el momento—es ChatGPT.
Desde mediados del año pasado, a todas luces este tipo de tecnología vendría a cambiarlo todo. Primero, con las aplicaciones capaces de producir una imagen con cualquier prompt en cuestión de segundos con cosas tan inimaginables como por ejemplo: “¿Cómo se verían las mascotas de la Liga MX si fueran personajes de una película ciberpunk de los años 80?”
Después, aparecieron los chatbots o copilotos impulsados con IA con la capacidad de producir texto bajo parámetros similares. Pero su aportación no es sólo hacer copys, pitchs o presentaciones de texto, también se ha utilizado para pulir estrategias de marketing más robustas y hasta códigos de programación y todo esto está al alcance de cualquiera que tenga acceso a la red.
Así, para algunos se ha convertido en una herramienta que automatiza y hace más eficiente a las empresas, que nos hace la vida más fácil o bien, que representa un nuevo horizonte sobre el futuro del trabajo y nuestra vida cotidian. Porque sí, la inteligencia artificial ya es parte de nuestra vida cotidiana. Pero para otros, representa una amenaza para ciertos empleos o hasta para la misma seguridad de las empresas o usuarios.
Más, más, más personalización
ChatGPT y otras tecnologías similares (incluso aplicaciones que se están montando encima del bot más famoso del momento) logran crear texto de casi cualquier extensión que fácilmente simula la expresión humana. Así pues, se trata de una herramienta que permite personalizar la comunicación de las empresas. Para las startups pensar en el cliente no como un segmento, sino como individuos ha sido la clave de su éxito y la IA, impulsa este éxito.
Por un lado, las startups del ecosistema financiero siempre han enfrentado el reto de atender a toda una base clientelar adecuadamente en tiempo récord. Desde hace algunos años eso se hace con chatbots, pero la IA generativa ayuda a articular respuestas mucho más complejas y específicas para los usuarios. Bien implementada, da una alta eficacia a un problema histórico de la industria, sobre todo para las empresas de menor tamaño. Las startups a veces no tienen acceso a recursos humanos y materiales como un call center o a tecnologías para robustas y costosas.
Empresas emergentes y la IA
Paralelamente, uno de los principales desafíos para una startup en crecimiento históricamente ha sido tratar de mantenerse al día en cuestión de administración burocrática, sobre todo en momentos de curva de aprendizaje o expansión. Y la IA actual—y, más aún, la que está por venir en los próximos meses—presenta una oportunidad clarísima de beneficios para estas empresas en proceso de consolidación.
Al quitar la burocracia administrativa de una startup mediante tecnologías de IA, el liderazgo de la empresa bien puede llevar a cabo procesos de análisis. La toma de decisiones se hace más enriquecedor aque los que se realiza en medio de tormentas de problemitas de gestión.
¿Amenaza o beneficio?
Preguntarse si la IA es una amenaza o un beneficio para el crecimiento de las startups propone un falso dilema. La realidad es que trae consigo tanto beneficios como amenazas, mismos que, como siempre, tienen que ser enfrentados por empresarios con habilidades y capacidades distintas.
Quizá aún sea muy temprano o aventurado lanzar aseveraciones tajantes, ¿la IA es amiga o enemiga? Eso dependerá del uso que le demos desde ho. Lo que sí podemos decir es que si de algo es culpable ChatGPT es de ser el parteaguas de una gran revolución. Mmás allá del debate, ha democratizado la IA.
La verdadera pregunta es ¿ahora qué haremos con ella?