



La hora del recreo puede ser mucho más que un momento de descanso: también es la oportunidad perfecta para que niñas y niños repongan energía con alimentos nutritivos, fáciles de preparar y económicos.
Los lonches saludables no tienen que ser costosos ni elaborados. Con creatividad y planificación, las familias pueden preparar opciones variadas y nutritivas que mantengan la energía y el buen humor de niñas y niños en la escuela. Apostar por estas alternativas es invertir en su salud y en un aprendizaje más efectivo.
Los refrigerios saludables ayudan a mantener la energía en la jornada escolar. Estas ideas fueron sugeridas por la Guía de Regreso a Clases de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Un clásico en versión ligera: pan integral con aguacate, una rebanada de jamón, queso panela y lechuga. Se puede acompañar con media taza de manzana picada, una porción de palomitas hechas en casa, algunas almendras y agua natural.
Con avena, huevo y leche puedes preparar pequeños hotcakes caseros. Acompáñalos con plátano o fresa rebanada, más bastones de zanahoria y agua natural. Son prácticos y una opción divertida para las y los pequeños.
Media sincronizada de jamón y queso oaxaca con un pequeño recipiente de pico de gallo. Se puede complementar con plátano, yogurt griego sin azúcar y agua natural.
Un bolillo mini con frijoles refritos, queso oaxaca y pico de gallo. Como guarnición, jícama con limón y chile piquín, uvas frescas y agua natural.
Una porción de pechuga de pollo con verduras al vapor, acompañada de piña y nueces. Es un refrigerio completo y balanceado, rico en proteína y fibra.
Preparadas con brócoli, queso Oaxaca, huevo y avena. Se pueden acompañar con sandía y cacahuates tostados. Además de nutritivas, son una forma atractiva de incluir verduras.
Media tortilla integral con pollo asado, frijoles, lechuga, jitomate y aguacate. Para acompañar, pepino en bastones y naranja. Una opción fresca y fácil de transportar.
Rebanadas de pan humedecidas en leche, huevo y vainilla, doradas en sartén. Acompáñalo con medio huevo, pera picada y almendras. Perfecto para quienes necesitan energía extra.
Mezcla atún con verduras y un poco de mayonesa. Sirve con una tostada, pepitas y mango picado. Es una opción alta en proteína y con un toque fresco.
Una porción de ejotes con huevo, acompañado de tortilla o tostada, más pepino, zanahoria y papaya. Una alternativa nutritiva y accesible para variar los menús.
Incorporar refrigerios saludables en la rutina diaria fortalece la energía, favorece la concentración y aporta nutrientes esenciales. Elegir opciones equilibradas y prácticas no solo cuida la salud, sino que también promueve hábitos alimenticios sostenibles en una vida moderna acelerada.