



Hooters, la icónica cadena de restaurantes conocida por su ambiente informal y su particular estilo de servicio, enfrenta una posible declaración de bancarrota en los próximos meses debido a desafíos financieros y cambios en las preferencias de los consumidores millennials.
Según un reporte del diario financiero Bloomberg, la empresa ha cerrado decenas de locales en Estados Unidos y está trabajando con asesores legales para reestructurar su deuda, mientras compite con nuevas cadenas que han captado la atención del público.
Fundada en 1983 en Clearwater, Florida, Hooters se destacó por su combinación de comida casual y un ambiente distintivo. Sin embargo, en los últimos años, ha enfrentado una disminución en el tráfico de clientes y un aumento en la competencia, lo que ha afectado su posición en el mercado.
Según informes recientes, Hooters está en conversaciones para preparar una declaración de bancarrota en los próximos meses.
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La empresa ha contratado al bufete de abogados Ropes & Gray para abordar su carga de deuda y planificar una reestructuración a través del tribunal de quiebras. Aunque los planes aún no son definitivos, se espera que el proceso judicial pueda iniciarse en un plazo de dos meses.
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En junio de 2024, Hooters cerró aproximadamente 40 locales considerados de bajo rendimiento en estados como Florida, Texas y Kentucky. Según el diario El País, estos cierres reflejan las dificultades que enfrenta la cadena debido a las condiciones actuales del mercado, incluyendo el aumento de los costos de alimentos, laborales y de alquiler.
La cadena ha enfrentado una creciente competencia de nuevos establecimientos como Twin Peaks, que han atraído a una parte significativa de su clientela. Además, las preferencias de los consumidores han evolucionado, buscando experiencias gastronómicas diferentes, lo que ha afectado la afluencia a los locales de Hooters.
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Hooters ha enfrentado problemas de liquidez debido a la disminución de clientes, lo que le ha llevado a cerrar varias de sus sucursales. Según datos compilados por Bloomberg, la cadena emitió alrededor de 300 millones de dólares en bonos respaldados por activos en 2021.
Estos bonos se estructuran como titulizaciones de negocio completo, mediante las cuales la empresa utiliza la mayoría de sus activos —incluyendo las cuotas de franquicia— como garantía.
Este tipo de producto es muy utilizado por cadenas de restaurantes, gimnasios y otros negocios con tiendas franquiciadas.
Las cadenas de comida informal han sufrido presiones ante la inflación, las interrupciones en la cadena de suministros y el aumento de los gastos por intereses, lo que ha provocado un incremento en los precios de los menús y ha disminuido el interés de los consumidores por comer fuera. Según BankruptcyData, más de una docena de grandes restaurantes o franquiciados buscaron protección por bancarrota el año pasado.
Además, los precios en los restaurantes aumentaron alrededor de un 44% entre 2015 y marzo de 2024, mientras que los productos de supermercado registraron un alza del 26% en el mismo período, de acuerdo con datos de la firma Black Box Intelligence.
De acuerdo con un reporte de la revista Business Insider, el número de locales en Norteamérica cayó un 7%, mientras que las ventas se han mantenido estancadas. Los millennials, que representan la parte más significativa de la población económica, no se sienten tan atraídos por el concepto como generaciones anteriores.
Hooters ha enfrentado críticas y desafíos debido a su enfoque en un ambiente que algunos consideran pasado de moda o en desacuerdo con normas sociales contemporáneas. Además, la percepción sobre lo que constituye una experiencia de comedor atractiva ha cambiado, con una preferencia creciente por establecimientos que ofrecen conveniencia y un ambiente menos cargado sexualmente.
A pesar de los desafíos, Hooters ha intentado adaptarse al mercado actual. La empresa ha lanzado productos congelados en supermercados y ha abierto nuevos restaurantes tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para contrarrestar las pérdidas financieras y la disminución en el número de clientes.
La posible declaración de bancarrota de Hooters refleja los desafíos que enfrentan las cadenas de restaurantes tradicionales en un mercado en constante cambio.
La capacidad de adaptarse a las nuevas preferencias de los consumidores y a un entorno competitivo es crucial para la supervivencia y el éxito en la industria gastronómica.