



Con el auge de movimientos como el feminista o debido a los incrementos en mano de obra y materia prima, los ‘breastaurants‘, un modelo de negocio que hace algunas décadas gozó de éxito rotundo, en la actualidad está dando señales de un declive, y hay quienes aseguran que un factor importante de ello son las nuevas generaciones.
Ante algunos cierres de sucursales de emblemáticas cadenas, hay versiones que afirman que para estos nuevos (y no tan nuevos) consumidores que traen consigo otra mentalidad, este tipo de restaurantes dejaron de ser atractivos por aspectos como el cosificar a las mujeres, ¿pero es realmente así?
Este término surge del juego de palabras en inglés “breast” (senos) y “restaurant” (restaurante) para hacer referencia a aquellos establecimientos cuyo atractivo no es necesariamente la comida sino el servicio. En estos lugares, por lo general, existe la tendencia de sexualizar a las mujeres, quienes se encargan de atender a los comensales.
Su labor no es solo la de llevar la comida a la mesa, sino de entretener al público por lo que las meseras deben tener talentos y desenvoltura para, por ejemplo, hacer shows de baile que “deleiten” a los visitantes y hacerles pasar un buen rato.
Para trabajar en este tipo de lugares hay ciertos requisitos que en la actualidad ya pueden resultar polémicos como: ser una mujer atractiva según los estándares tradicionales y estar en “buena forma física”, estar dispuestas a vestir con pocas prendas o atuendos considerados reveladores, etcétera. Son precisamente estos parámetros parte del éxito, pero también de su declive, o al menos eso es lo que creen algunos.
Su sistema de reclutamiento, en algunos casos llamado “casting”, invita a las interesadas a ir arregladas puesto que la imagen es muy importante o asistir en ropa deportiva y pasar ciertas pruebas físicas. En el caso de los hombres, con presentarse a una entrevista y contar con referencias es suficiente.
Entre los principales referentes de este concepto se encuentran:
Este tipo de restaurantes, aunque exitosos, siempre han estado sujetos al escrutinio público debido a que muchos consideran que cosifican y sexualizan a la mujer, hecho por demás reprobable y especialmente en la sociedad actual en donde ha evolucionado la representación del sexo femenino.
Además, hace casi diez años, un estudio de la University of Tennessee reveló que este tipo de restaurantes incrementaban la aparición de problemas de ansiedad o trastornos alimenticios en las mujeres que ahí trabajan, hecho que causó gran indignación.
Es este modelo de negocio que ya no necesariamente compagina con la forma de ver el mundo en la actualidad, así como el aumento en el costo de la comida y de la mano de obra, lo que ha llevado a Hooters a cerrar decenas de sucursales en territorio estadounidense, según reporta la CNN.
Para saber más: Hooters está cerrando decenas de locales por culpa de los millennials
Aunque mucho se ha hablado de cómo las nuevas generaciones están transformando su ideología y dando paso a nuevas perspectivas, combatiendo prejuicios y más, hay estudios que demuestran lo contrario.
Hace unos meses Ipsos lanzó reveladores datos sobre cómo los Millennials y Centennials están menos a favor de la igualdad de género. En el estudio, ante la afirmación “un hombre que se queda en casa para cuidar a sus hijos es menos hombre”, sorprendentemente el 31% de los hombres pertenecientes a la Generación Z estuvieron de acuerdo frente al 11% de los Baby Boomer.
Así también, el 57% de los hombres de la Generación Z el 60% de los Millennials creen que las cosas han ido bastante lejos en lo que respecta a dar a las mujeres los mismos derechos que a los hombres.
Este tipo de reportes que muestran un pensamiento igual o hasta más conservador por parte de las nuevas generaciones, lo que nos lleva a pensar si realmente estos jóvenes son una piedra en el camino para el crecimiento y supervivencia de los “breastaurants” o si estos cierres de sucursales como los que experimenta Hooters son producto meramente del alza de precios.