



Recientemente se viralizó el video de un hombre que aparentaba trabajar en una app de delivery y que se adentraba al mar para llevar un supuesto pedido. Y aunque esto se trataba de una parodia, en la vida real hay algunas curiosas y conmovedoras historias de entrega en las que los repartidores hacen hasta lo imposible para cumplir con su misión y poder generar ingresos.
Hace algunos años, una de las historias de repartidores que han demostrado entrega y para quienes no hay límites al momento de hacer su trabajo fue la de “Don Panchito”, un adulto mayor captado en el metro con su mochila rumbo a entregar un pedido. La imagen de aquel hombre conmovió a quienes la veían, por lo que pronto surgió el interés en encontrarlo y poder ayudarlo.
Cuando dieron con su paradero, “Don Panchito” contó su historia y aseguró que fue un tema de salud lo que lo motivó a trabajar en una app de delivery. Y es que, tras ser diagnosticado con diabetes, los doctores le recomendaron activarse para bajar de peso y tener un estilo de vida más saludable, razón por la que decidió salir a caminar.
El ya retirado entrenador de natación, cuenta que un día unos compañeros le sugirieron unirse a esta aplicación para que aprovechara sus caminatas y generara algo de dinero. Fue así que el ya famoso “Don Panchito” decidió agarrar su celular y convertirse en repartidor en lugar de pasar el día en casa sentado viendo la TV.
Desde que ingresó a trabajar como repartidor, el señor logró mejoras a su salud, y dado que su historia se viralizó, fue entrevistado por varios medios. Algunas personas han intentado realizar colectas, pero él y su familia han aclarado que no es por dinero sino por un tema de salud y de sentirse autosuficiente a pesar de su edad.
A principios de este año una usuaria publicó en TikTok la sorpresa que se llevó al hacer un pedido en una plataforma de delivery, pues su repartidor, en lugar de llegar en una motocicleta, carro o bicicleta, lo hizo a caballo.
En el video compartido se puede ver cómo el joven llega galopando en “Diamante”, nombre del caballo blanco que lo acompaña en su misión. En las entrevistas que le hicieron luego de que su caso se hiciera viral, Felipe cuenta que la moto en la que trabajaban resultó pérdida total tras un accidente, por lo que tuvieron que buscar alternativas.
El joven narra que se empleó en las plataformas de entrega debido a la epilepsia que padece, una condición que le ha dificultado encontrar trabajo formal. Con su situación médica, más una pequeña de meses, no podía parar por lo que recurrió a su corcel para no dejar de trabajar y generar ingresos.
La historia de Felipe y su esposa Andrea llegó a oídos de Didi Food México, quien inició una búsqueda del “caballero”. Al encontrarlo, lo sorprendieron con una moto nueva para que pudiera seguir trabajando.
De acuerdo con la consultora Buendía & Márquez, en 2023 fueron 2.5 millones de mexicanos quienes trabajaron en plataformas como Uber, DiDi y Rappi. La flexibilidad que ofrece este esquema, más la posibilidad de ser sus propios jefes, son algunas de las razones que hacer más atractivo ingresar a este tipo de economía digital.
Pese a los beneficios que ofrece este modelo de negocio, hay algo de lo que carecen los repartidores y que ha generado una serie de protestas: la ausencia de derechos laborales. Quienes ahí trabajan, ya sea por gusto o necesidad, no cuentan con respaldo alguno de las empresas.
Y fue precisamente esta situación la que atrajo la atención de las autoridades quienes están promoviendo una serie de modificaciones a la Ley Federal del Trabajo. Entre las principales reformas para regular en cuestión laboral a estas plataformas se encuentra el brindar protección social por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o asegurar el derecho a recibir utilidades.
Aunque estas modificaciones están resultando controvertidas porque algunos aseguran que tendrá repercusiones importantes al bolsillo del usuario, hay otros tantos que están a favor. Al brindar más garantías, personajes como “Don Panchito” o Felipe, tendrán más seguridad y alternativas para seguir mejorando su economía y la de quienes los rodean. Así, es probable que sigamos escuchando de insólitas historias de entrega protagonizadas por los repartidores.