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El hábito de un minuto para maximizar tu concentración y productividad

Tener un pequeño ritual para aumentar tu concentración y productividad puede ser una gran estrategia para reducir el estrés.

Concentración y Productividad
Concentración y Productividad © Especial

Si alguna vez has visto un partido de tenis profesional, puedes darte cuenta de algo curioso que hacen jugadores antes de comenzar cada jugada.  Antes del saque, cada jugador realiza un pequeño ritual personal que le permite prepararse mentalmente y concentrarse. Este ritual, se trata simplemente de una serie de movimientos simples, que se repiten cada vez.

Por ejemplo, Novak Djokovic normalmente empieza rebotando la pelota en el suelo con su raqueta 8, 9, 10, a veces hasta 25 veces antes de lanzarla al aire, y golpear un servicio espectacular. Rafael Nadal, tiene un ritual mucho más elaborado, bota unas cuantas veces la pelota, golpea la raqueta con su zapato e incluso se acomoda los calzoncillos (¡en serio!).

Mejorar tu concentración y productividad

Todo esto tiene una finalidad, el objetivo de jugar al tenis no se trata sólo de evitar cometer errores, sino de contar con una estrategia y la concentración es fundamental para ganar. Contar con un ritual previo se vuelve una estrategia poderosa para permanecer enfocado durante toda la jugada.

James E. Loehr, un psicólogo deportivo e investigador, analizó de qué forma este pequeño hábito beneficiaba al jugador, y descubrió razones impactantes. Primero, les permite mejorar su concentración antes de iniciar las jugadas; segundo, les ayuda a estabilizar su ritmo cardiaco lo que mejora su desempeño físico y capacidad de reacción; tercero, los ayuda a manejar mejor el estrés.

Según el investigador el deporte de competición (como muchas otras actividades en la vida) genera ciertos picos de estrés, los cuales pueden ser positivos si aprendemos a reducirlos activamente.

¿Qué pasaría si antes de comenzar a trabajar también diseñamos nuestro propio ritual?

Es decir, contar con ritual que nos permita lograr una mayor concentración y que nos prepare mentalmente para trabajar mejor.

Esto no es nada nuevo, ponte a pensar en todos los hábitos de transición que tienes durante el día como antes de dormir, cuando vuelves a casa después de un largo día, etc. Nuestros hábitos de transición permiten que pasemos de una actividad a otra.

Crear un ritual para comenzar la jornada o incluso al regresar de las pausas, es un hábito ideal para empezar a ser más enfocados, tomar mejores decisiones y manejar adecuadamente el estrés.

¿Qué tiene que tener mi ritual previo a trabajar?

Se trata de crear una serie de acciones simples que puedas repetir cada día. Estas son 3 características que te recomiendo que tenga tu ritual:

Debe de estar formado por una acción simple y fácil de realizar

Una pequeña acción es suficiente para crear este poderoso hábito y arrancar satisfactoriamente tu jornada laboral. Aquí te dejo 5 ideas simples que pueden formar parte de tu ritual:

  • Escribe en tu agenda ¿cómo te sientes? (se vale usar un emoticon)
  • Respira profundamente unas cuantas veces y dirige toda tu atención a tu nariz (confía en mí, sí funciona)
  • Saborea y enfócate en los primeros tres sorbos del café sin hacer nada más
  • Ordena tu escritorio rápidamente
  • Unos cuantos estiramientos de tronco, cuello y brazos

Deberá de tomarte muy poco tiempo

El objetivo del ritual es avisarle a tu cerebro que es momento de trabajar y concentrarse, por este motivo, no tiene que durar una eternidad. Mientras más corto, simple y fácil, es más probable que seas constante y construyas un nuevo hábito productivo en tu rutina. Mi consejo es que no dure más de 1 minuto.

Tiene que estar formado por una acción saludable

Aquí viene la parte más importante: esta acción tiene que contribuir a tu bienestar y salud.

Lograr concentrarte mejor y ser más productivo tiene la finalidad de que logres sentirte orgulloso de ti, de tener más tiempo libre para hacer eso que te gusta y de ser mejor en lo que haces. Un ritual poco saludable te estaría llevando en la dirección opuesta. Así que fumar, beber o comer alimentos con gran contenido de azúcares, son acciones descartadas para este ritual previo a trabajar.

Una vez que tengas definida la acción o serie de acciones que forman parte de tu ritual, es importante que lo pongas en práctica todos lo días.

Pero, como cualquier nueva actividad en tu rutina es fácil que se te olvide, programa una alarma en tu móvil o simplemente escribas una nota en tu escritorio.

A partir de hoy diseña tu propio ritual y adóptalo como un nuevo hábito que te permita terminar todas tus tareas eficientemente como todo un profesional de alto rendimiento.

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