El éxito es el indicador para comenzar la administración del talento. Te compartimos paso a paso cómo lograrlo.
¿Te ha pasado sentirte rebasado en tu emprendimiento?, ¿has trabajado muchas horas y al final sientes que has logrado muy poco?
¿Te has enfocado en muchas actividades de poco valor para tu empresa en lugar de aquellas que hacen la diferencia? Tal vez sea el momento de comenzar a gestionar el talento de tu organización.
Comienzas a emprender emocionado, con sueños, ideales y muchas metas, poco a poco esa idea de negocio comienza a tomar forma y empiezas a ver materializado tu esfuerzo. Estás dispuesto a sacrificar tu energía, tiempo, ahorros y hasta la percepción de seguridad de ser empleado… a cambio, ese negocio comienza a crecer y a dar pequeños éxitos.
Tu tiempo comienza a ser insuficiente, tienes una merma en tu energía y aunque haya ingresos, comienzas a percibir que el volumen de trabajo te rebaza. En ocasiones por más que empujes puedes sentir que tu negocio no acelera.
Ese es un momento clave para decidir si invertir en aprender cosas nuevas que mejoren tu productividad o en contratar talento, lo que indica que estás haciendo las cosas bien.
El problema radica en tratar de hacer ambas cosas sin enfoque, ni planeación y diluyendo tus recursos mentales, físicos y económicos.
Gestionar el talento del emprendedor
¿Qué es la gestión de talento? Es tu estrategia de atracción, identificación, desarrollo y fidelización de talento paralela y que soporta tu plan estratégico, como señala Rob Siltzer en su libro Integrated talent management.
Cuando hablamos de gestión de talento en las organizaciones te incluye a ti como emprendedor junto con las personas que trabajan contigo.
En general los emprendedores disfrutan aprender y pueden invertir mucho tiempo y dinero en hacerlo, por lo regular van “disparando sin apuntar”, adquiriendo información conforme van apareciendo los problemas, con la intención de solucionarlos.
Un error común que identifica Michael E. Gerber en su libro El mito del emprendedor es que, como expertos en su propio giro, tienen la tendencia de tratar de acaparar y solucionar todo, usualmente de manera inconsciente.
Con este paradigma se convierten en el cuello de botella de la empresa. Se capacitan para ser quienes resuelven los problemas en todas las áreas, descuidando las funciones y decisiones que aportan más valor.
En la experiencia en coaching con altos ejecutivos he encontrado útil abordar este fenómeno mediante los siguientes pasos:
- Identificar el propósito más amplio de la empresa. Por lo general es su desarrollo y el impacto que tiene en la sociedad y economía.
- Definir el rol como director general y perfil por competencias para lograr dicho propósito. Determina en qué funciones y decisiones aportas mayor valor y comienza a capacitarte en eso y en desarrollar tu liderazgo.
- Trabajar la creencia de tener que ser experto en todos los procesos del emprendimiento.
- Generar un plan DEAL (Define, Elimina, Automatiza y Libera), como propone Tim Ferris en su libro La semana laboral de cuatro horas y del cual hablaremos en otro artículo.
- Dar seguimiento al plan para asegurar la delegación de responsabilidades.
Primeros pasos para gestionar el talento
En este punto ya tomaste la decisión de que para continuar con el éxito de tu emprendimiento necesitas gestionar el talento que forma o formará a tu equipo. Con base en nuestra experiencia te decimos cuales son los pasos iniciales que debes implementar.
- Define el orden de tu proceso como lo plantea Mike Michalowicz (ventas, rentabilidad, orden, impacto y legado) en su libro Un paso a la vez.
- Genera tu organigrama de izquierda a derecha en función de ese proceso.
- Coloca en el organigrama los nombres de quien ocupa cada puesto en el proceso, aunque en este punto tu y otros ocupen varias casillas.
- Genera las descripciones y perfiles de puesto por competencias que definan qué debe hacer, cómo lo debe de hacer y qué características debe de tener la persona que ocupe el puesto.
- La prioridad de reclutamiento, desarrollo o de contratación de servicios externos debe ser de izquierda a derecha dentro de tu organigrama para asegurar la viabilidad de tu cadena de valor.
Con esto estarás en condiciones de comenzar a diseñar tus procesos de atracción, identificación, desarrollo y fidelización.
- Este artículo fue escrito por Enrique Torres Chavarría es CEO y Consultant de Be Great Analytics.