El empresario Mark Cuban ha hecho una larga carrera gracias a sus inversiones en equipos deportivos, criptomonedas y su participación como tiburón en el programa pitches Shark Tank.
Sin embargo, pese a su buen ojo al momento de elegir proyectos a los cuales apoyar, también ha cometido errores que le han costado mucho dinero.
Recientemente, y según recoge CNBC, Cuban participó en el podcast Full Send donde reveló cuál ha sido el peor proyecto que ha apoyado en sus 10 años en el programa de ABC. De acuerdo con sus propias palabras, el multimillonario se arrepiente de haber inyectado 500,000 dólares en el Breathometer, un accesorio que prometía convertir cualquier teléfono inteligente en un alcoholímetro.
El emprendedor Charles Michael Yim presentó su producto en Shark Tank en 2013. Éste prometía transmitir las lecturas de nivel de alcohol en la sangre al teléfono del usuario y llamar un taxi de ser necesario. Yim probó su producto con los tiburones con copas de champán y entre los cinco inversionistas inyectaron un millón de dólares por el 30% de la empresa.
Cuban dijo en el podcast que rápidamente se dio cuenta de que había algo muy mal con el emprendedor.
“Veía la cuenta de Instagram de Charles y estaba en Bora Bora”, dijo Cuban a Full Send. “Dos semanas después, estaba de fiesta en Las Vegas, para luego estar en la Isla Necker con Richard Branson“.
Cuando Cuban cuestionó a Yim sobre su ética de trabajo, el emprendedor simplemente afirmó que estaba haciendo contactos de negocios. Poco después, Cuban dice que todo el dinero había desaparecido.
El multimillonario tiburón contó en el podcast que en 2016 Charles Michael Yim cambió su enfoque de un alcoholímetro inteligente a un dispositivo que medía los compuestos de azufre en la boca para detectar el mal aliento. Ese producto que se llamaba Mint ya tampoco está disponible en el mercado.
Yim respondió a los comentarios de Cuban diciendo que había ido a la Isla Necker para picharle el proyecto a Richard Branson pues había quedado como finalista de su competencia Extreme Tech Challenge Pitch en 2015.
En enero de 2017 la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos presentó una queja contra el emprendedor y Breathometer por no tener “evidencia científica para respaldar sus afirmaciones publicitarias”.
La empresa terminó reembolsando la compra a quienes adquirieron el producto. Yim aceptó no haber realizado las pruebas adecuadas con el Breathometer antes de lanzarlo, aunque asegura que recientemente alguien le compró la patente del dispositivo (sin dar detalles de la transacción).
